Capítulo XIII

123 18 0
                                    

— No lo sé, menta con chocolate... ¿No sabe a pasta de dientes?

— ¡Es el mejor sabor de helado!

Mei se rio ante eso, había estado sentada en una banca con Yuta por casi dos horas, admirando la hermosa vista de la ciudad púrpura y de las anécdotas del chico, quien había resultado ser más agradable de lo que se veía.

— Te haré comer uno un día, no te arrepentirás. — Yuta sonrió ante eso, la chica realmente parecía ser fanática de los helados. — Pero creo que hemos pasado mucho tiempo hablando sobre mi, ¿Por qué no me cuentas algo sobre ti?

— Bueno, no le gusta el helado de menta y chocolate. — Este puntuo, la chica se rio bajo, abrazando su propio cuerpo, no por frio, sino por nervios, usualmente en bares no tenias este tipo de conversación.

Era la primera vez que tenia este tipo de situaciones con un chico, sobrio y atractivo.

— Uhm, no creo que tenga mucho que decir, crecí en los fénix, no recuerdo mucho de mi infancia tampoco.

Mei inclino la cabeza, rascando su brazo con algo de nervios. — ¿Ni a tus padres?

Yuta sonrió al escuchar eso, suspirando, paso su brazo por sobre sus hombros. — Mi madre era un ángel, le gustaba mucho cocinar, le gustaba el color roja también... Recuerdo que todos los días utilizaba algo rojo, incluso un pequeño arete, sería rojo. — Yuta dijo con melancolía, Mei incluso pudo sentir el cariño emanar de la voz de este, sonriendo también, puso su mano en la que sobresalia de su hombro.

— ¿Qué sucedió con ella?

— Falleció cuando tenía diez años, un altercado entre bandas, mi mamá estaba en el lugar equivocado supongo. — Este suspiró. — Ella fue la razón por la que me uní a los fénix.

Mei se dio cuenta que este no había mencionado a su padre, por lo que decidio no preguntar, pensaba que quizá no era un tema que le gustara. — ¿En serio? ¿Tu madre quiso que te unieras a una banda de criminales?

— No era tan así en su tiempo. — Yuta explico. — Cuando me uní a los fénix eran más personas que hacían tratos para hacer trabajos, ya sabes, así como tu y yo.

— ¿Tú y yo? — Mei preguntó.

— Prácticamente, los fénix al inicio proporcionaban seguridad, es todo. — Yuta dijo. — Pagaban bien y no se metían en problemas legales, es por eso que mamá siempre quiso verme en traje de guardaespaldas.

La pequeña rosa de Yuta sonó tan triste a los oídos de Mei, que se sintió algoao por haber preguntado eso, realmente no parecía algo que le hiciera gracia recordar. — Daeyoung me dijo que estudias medicina, ¿es verdad?

— Oh, sí, estoy a punto de egresar. — La japonesa respondió, emocionada, habían sido años muy largos para ella. — Fue por eso que pude darle la cantidad exacta de medicamento a Daeyoung.

— Eso es mentira. — Yuta respondió con seguridad, de hecho, había estado planteandose esa posibilidad, sin embargo, no había manera en que alguien, que ni siquiera se había graduado, supiera sobre ese tipo de droga, porque además de que era difícil de conseguir, ella había actuado demasiado rápido.

Como si lo hubiera hecho antes.

— ¿Qué?

— Que me estas mintiendo, princesa. — El cobrizo respondió, acariciando la mejilla de esta con su mano, la cual la chica había soltado al escuchar esas palabras. — Pero dejaré que me lo digas tú, mejor dime algo. — Este siguió, mirando al frente como si nada. — Siempre veo a tu padre, incluso me llama preguntando por ti, sin embargo, jamás he visto a tu madre, ¿la reina no le gusta tener tiempo de pantalla o que?

𝗚𝗔𝗡𝗚𝗦𝗧𝗘𝗥; ᴺᵃ ᵞᵘᵗᵃDonde viven las historias. Descúbrelo ahora