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Cuando nuestros labios se encuentran me doy cuenta de lo mucho que lo he necesitado. Lo empujo dentro de su casa y la puerta se cierra de un golpe tras mi espalda. Hyunjin está sorprendido pero se pierde en el beso al igual que yo; muerde mis labios y roza mi lengua con la suya, causándome escalofríos. Prácticamente le arranco su camisa de satén, rasgando la fina tela con mis uñas en el proceso. Su pecho desnudo queda al descubierto, iluminado por las llamas del hogar. Me tomo unos segundos para admirar sus pectorales firmes, y su abdomen que parece esculpido en el más fino marfil. Beso su pecho y muerdo uno de sus pezones, y Hyunjin gruñe de placer. Mis labios ascienden hasta su cuello e intento morderlo, pero me detiene.

-Paciencia, pequeño Felix-me dice mientras acaricia mi rostro con sus manos-. Todo es mejor si sabes esperar, ¿acaso no has aprendido de la última vez?

Le respondo con otro beso hambriento, y hyunjin me sostiene en sus brazos. Todo mi cuerpo se siente en paz por una fracción de segundos, invadido por su calor y su aroma. Puedo oír su corazón bombeando sangre contra mi pecho, y eso me enloquece.

-¿Quieres mi sangre, o quieres que te folle? -suspira contra mis labios. El susurro ronco de su voz va directo a mi polla.

-Ambas -respondo con una sonrisa arrogante.

-Chico codicioso -ríe, luego toma mi mano y me guía hasta su dormitorio.

Es la primera vez que me encuentro aquí; es una habitación con dos grandes ventanales y cortinas de terciopelo azul petróleo. La luz de la luna se filtra por ellos e ilumina una enorme cama con dosel neo-barroco.

-¿No se filtra la luz del sol cuando duermes aquí? -pregunto con algo de curiosidad.

-No uso esta cama para dormir -responde abrazándome por detrás y mordiendo mi lóbulo derecho. Giro para encontrar su labios con los míos. Hyunjin muerde mis labios y me arroja de espaldas sobre su cama. Una risa débil escapa de mí mientras él me despoja de mis ropas con una prisa amenazante.

-Eres tan delicioso, Felix. Se me pone dura tan sólo mirarte -suspira contra mi piel enardecida. Se inclina sobre mí y besa mi pecho, mi estómago y mi entrepierna. Lo veo arrodillarse, con los muslos a ambos lados de mi cuerpo, y se quita el cinturón con un movimiento lento.

-¿Vas a azotarme de nuevo? -pregunto con un leve escalofrío.

-¿Eso quieres? -me pregunta en forma enigmática.

-Pues... me ha gustado -respondo con algo de vergüenza.

-No hay de qué avergonzarse -Hyunjin se inclina y besa mis labios-. Ser dominado por la persona correcta puede ser muy placentero.

-Pero yo...

-Ya sé, ya sé. No serás mi vástago -ríe por lo bajo y me besa de nuevo. Sus dedos acarician el contorno de mi barbilla con dulzura-. De todas maneras, no voy a azotarte esta noche.

Yo dejo escapar un ruido de protesta y muerdo sus labios.

-La repetición es aburrida, precioso. Esta noche tengo otra cosa en mente -susurra contra mis labios, y todo mi cuerpo se retuerce con anticipación.

Toma mis manos y me obliga a alzar los brazos por encima de mi cabeza, luego los ata a la cama con su cinturón. El nudo sujeta mis dos muñecas de manera firme pero sin provocar dolor.

-Me gusta verte así, indefenso -suspira mientras acaricia mi pecho con sus dedos. Yo siento un escalofrío desde la punta de mis pies hasta mi cabeza.

Hyunjin se inclina sobre mí y besa mi cuello, sus labios me hacen gemir de placer. Muerde con delicadeza la suave piel entre mi cuello y mi hombro y durante unos breves segundos yo me ilusiono con que beberá mi sangre. Pero no lo hace, su mordida es muy superficial y sutil, ni siquiera utiliza sus colmillos. Una breve desilusión se apodera de mí; realmente deseo que me muerda.

Mi Amo Y Señor Vampiro   ||Hyunlix||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora