"Ojos de aceituna" - Rodrivan

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Rodrigo 💫

En la misma posición, escucho el timbre sonar, suelto un quejido de desagrado y me levanto para después abrir la puerta del cubículo.

Al salir veo a mis alrededores, visualizo a casi todos corriendo hacia sus respectivos salones, digo "casi todos" ya que no falta ese grupito que se va a comprar a la tiendita que se encuentra en el mismo plantel o los que se saltan las clases en el baño o incluso en la bodega en la que recientemente estuve con Iván.

Cuando la multitud se deshizo un poco me moví de mi lugar, me había quedado parado porque si me metía entre todos probablemente terminaría en el suelo mientras todos me pisoteaban, lo digo por experiencia, ya me había pasado en el bachillerato y no fue nada divertido.

Sigo caminando mirando al frente, pero una voz a mi lado derecho hizo que volteara hacia ese lado.

-¡Buen día!, disculpa, ¿sabés en donde queda el segundo be?.- Volteo a mi derecha y veo a una chica hermosa, hasta podría decir que es la más linda que he visto en toda mi vida. Pelirroja con rayitos castaños, tés blanca, ojos color miel, unos tres centímetros más alta que yo y una voz que transmite paz. Quedé embobado, pero entonces reacciono y mi cerebro empieza a trabajar de nuevo.

-Emmm, la verdad no sabría decirte, llevo acá una semana recién, perdón.

-No hay problema, es que mi papá me mandó a ese salón para dar un recado, o sea el director.

-¿Tu papá es el director?.- Asintió.

-Esos mandados los tendría que hacer él pero ha tenido muchos pendientes así que me lo asignó a mi. Me ofreció plata a cambio así que no me podría negar.- Reí levemente y ella sonrió. Dios, su sonrisa me dejó hipnotizado.

-Me tengo que ir, el timbre sonó hace poco y no quiero que me caguen a palo por llegar tarde.

-Está bien, pero primero decíme tu nombre.

-Rodrigo, ¿y vos?.

-Katherine, pero decíme Kathy, es más fácil.- Sonrió.

-Bueno, un gusto, Kathy.

-Igual, Rodrigo.

Me fui con una sonrisa en mi rostro, era una chica demasiado bonita. No hablamos mucho, pero en ese pequeño rato me hizo olvidar todos mis problemas. Eso es lo único que busco.