Invasor Joto (¿ZaDr?)

La pesadilla comienza... ¿De nuevo?

Todos ya sabemos como va el primer capítulo de Invader Zim, ¿cierto? Entonces, ¿para qué reescribirlo? ¡Simple! Se me dio la gana. Que empiece esta cosa askerosa toda amorfa, sin sentido y sin imaginación en... 3... 2... 1...

Tenemos a la armada irken, una superpotencia (supongo) intergaláctica que vuela en línea recta y destroza todo a su paso, ¿estamos bien, no? En resumen los líderes, los más altos, los altísimos, los más homosexuales, como quieran llamarles, se encontraban ahí nomas, asignando planetas a los invasores superiores (pero no tan superiores como ellos), y como un enano verde de nombre Zim, quien les jodió Ruina Inevitable I, llegó de sorpresa a (como de costumbre) hincharles las bolas, por lo que decidieron dicirle que tenia una "misión secreta" en un muuuuuy lejano planeta, el cual no se sabía su nombre y los que lo sabían no se atrevían a nombrarlo, que terminó siendo la Tierra (vaya sorpresa, no?) solo para deshacerse de él y su molesto aire destructivo.

—¡El universo estará a nuestro alcance! -exclamó el de prendas rojas —Solo es cuestión de tiempo para que todas las razas del universo, ¡SIRVAN AL IMPERIO IRKEN!

A la par, Dib Membrana, de 12 años de edad, se encontraba en el techo de su casa por que sí, escuchando con equipo de alta tecnología los confines del universo, y por pura casualidad, logró oír parte de la conversación entre los alienígenas.

—Ya vienen... —murmuró nuestro ahora segundo protagonista, quien está como medio loquito.

De inmediato se puso a bajar de donde estaba, usando atajos y toda la cosa, y apenas piso el suelo, se dio la labor de informarle a su querido padre y Gaz.

—YA VIENEN, ELLOS YA VIENEN PUEDO OIRLOS.

—¡Por Dios Dib! Papá ya te dijo que los del D.I.F ya no te van a anexar, esa vez solo estaba jugando, ¡ya superalo! —comentó una niña un año menor a Dib, quien estaba sentada en la mesa de la cocina, esperando el desayuno.

—Tú no lo entiendes Gaz, algo viene... ALGO GRANDE, y no sé que sea... —Dib corrió en dirección a su padre, y empezó a jalonear a su gfesito mientras este cocinaba algo -PAPÁ, PAPÁ, YA VIENEN, LOS ESCUCHE, ESTABA EN EL TECHO Y ESCUCHE UNA TRANSMISIÓN Y...

—Silencio Dib, estoy preparando... —interrumpió —¡pan tostado! Acompañado de unos deliciosos huevos con jamón —Acarició la cabeza de su hijo y le regaló una sonrisa —Ahora ve a sentarte con tu hermana para que comamos, no querrás llegar tarde a la escuela, ¿verdad?

Por otro lado, los líderes de Irk, le entregaron a Zim un robot del chino, de bajo presupuesto, quien "le sería útil" para completar dicha invasión, ¡exactamente! Hablamos de G.I.R (que por comodidad aquí lo escribiremos como Gir), al igual que una nave y más proviciones para que todo sea más creíble. Nuestra pequeña cucaracha verde partió, y vago por el espacio quien sabe cuanto tiempo, acompañado de la molesta voz de Gir cantado el rolon del "Duh-Duh", hasta que logró distinguir un planeta del que Irk no tenía registro alguno.

—Tierra... ¡Creo que es aquí Gir! ¡Llegamos!

—YUJUUUUUU

—Bien, bien... ¿En qué pedazo de Tierra nos establecemos? ¿Alguna idea, Gir?

El robot negó con la cabeza, Zim miró el planeta por unos instantes, y le llamó la atención un pedazo de Tierra grande, y al querer dirigirse allá, Gir movió una palanca, lo que les hizo descender debajo de su objetivo inicial. Así es... Para bien o para mal, están llendo en dirección al tercer mundo.

—¿QUÉ HICISTE GIR? —gritó —Quien sabe que cosa nos podría esperar a donde nos dirigimos, si nos va mal, será tu culpa.

Recorrieron el país en cuestión de minutos, mientras Gir analizaba y se asombraba por todo a su paso, pegado a la ventana, miraba maravillado cada infraestructura, persona y animal del sitio. Después de explorar, optaron por establecerse en un callejón oscuro, de esos de mala muerte, aterrizaron y salieron a supervisar el área.