𝒏𝒊𝒏𝒆𝒕𝒆𝒆𝒏¡¡!!

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— Entonces... son novias. Wow.— Fingió sorpresa Ariana.

Estaban las tres desayunando juntas como de costumbre, y decidieron contarle a Ariana sobre su relación, aunque la rubia ya lo sabía.

— Pues las felicito, seré la madrina en su boda.— Bromeó.

— Tendrás que pelear con Mariana por eso.— Contestó Miko con una risita, solo para pelearla.

— ¡No es necesario! Mariana será tu madrina y yo la de Conny, estúpida. — La castaña rió disimulada ante la conversación de ese par, mientras intentaba continuar con su lectura.

Los exámenes no habían finalizado y Conny no pensaba desaprobar ningún otro, por eso aprovechaba cada minuto libre para estudiar, y lo hacía más a gusto con la rubia a su lado, aunque Miko intentará distraerla todo el tiempo.

— ¿Qué estudias? – Entrecerró los ojos Victoria al ver a su novia con un libro en sus manos, para variar.

— Para filosofía.— Respondió sin despegar sus ojos del libro, intentandó comprender los conceptos de Ernest Cassirer sobre esta.

— ¡Aburrido! Deberías de dejar la universidad y prestarme atención. — Se quejó, acercándose más a su novia para leer junto a ella.

Mala idea, no entendía nada de lo que esas palabras significaban.

— Te prestaré atención cuando sea una escritora con un diploma. — Se encogió de hombros, ganándose un bufido de parte de Miko.

— Pues te verías mejor estudiando en mi cama.— La castaña finalmente levantó la vista de su lectura, dándole una mirada de advertencia a su novia para que no siguiera molestando. — ¡En serio! Yo debo terminar unos cuantos trabajos con photoshop, te prestó mi cama y yo me quedaré en el escritorio. — Se encogió de hombros, aclarando que solo la invitó a su habitación para, realmente, estudiar.

— De acuerdo, pero si me desconcentras me voy.— Le anticipó acusándola con el dedo, haciendo reír a Vicky, quien le robó un pequeño beso al ir junto a ella.

— ¡Dejen la puerta abierta, asquerosas! — Les gritó Ariana desde la cocina, haciéndolas reír.

Así pasaron un buen rato de ese sábado por la tarde, las dos juntas pero cada una en su mundo, y era cómodo, era lindo poder acompañarse mutuamente, parecían una pareja de muchos más años.

Los días iban pasando y Conny seguía centrada en sus estudios, claro solo cuando su novia no la robaba por un rato para poder besarla sin interrupciones.

ROMMIES ¡¡!! young miko Donde viven las historias. Descúbrelo ahora