CAPITULO 18

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El castaño se encontraba mirando al techo completamente confundido, se había despertado hace unos minutos en una cama que no era de él en una habitación que tampoco era de él con un intenso dolor de cabeza, suponía que scorpius lo había llevado, pero dudaba mucho que el rubio hubiera encontrado un hotel en medio del bosque.

Después de analizar por unos minutos su entorno, se levantó de la cama, pero apenas sus pies tocaron el piso. Tuvo que sostenerse de la pared para no perder el equilibrio y cerrar los ojos por el mareo. Estuvo así unos minutos más hasta estar seguro de que el mareo se fue.

Antes de salir de aquella habitación, se tomó un tiempo para analizarla. Era una habitación sencilla, pintada de blanco, decorada con un mueble de madera, un escritorio y una cama. No le llevó mucho tiempo encontrar la sala de estar, en esta se encontraba scorpius tomando café con cara cansada y un señor de pelo largo en silla de ruedas.

Veo que ya te despertaste —habló el señor apenas lo vio, Scorpius se giró para verlo.

Hola — dijo en un murmuró —¿Cómo te sientes?

Como si me hubieran tirado de un precipicio— se sinceró — ¿Dónde estamos?

Bueno, después de que casi nos atropellaran y que tú te desmallaras, Billy —dijo señalando al peli-largo, quien le dirigió un saluda con la cabeza— y su hijo, Jacob, nos dieron posada, hasta que encontremos a nuestra prima, Aradia —dijo despacio esto último.

¿Quién? —preguntó en un susurro confundido, pero esta disminuyó ante la mirada significativa que le dirigió el rubio —Ah, sí sí sí, Aradia sí — dijo rápidamente —este... Gracias, Billy, por darnos posada

-No es nada, es más una disculpa por casi atropellarlos- dijo casi como en broma, pero con un toque de seriedad en su mirada -bueno, les prepararé el desayuno, en unas horas llagara el amigo del que te hable- anuncio en dirección al rubio antes de dirigirse a otra habitación que al parecer era la cocina, dejando a los dos adolescentes intercambiar palabras.

¿Qué es eso de que tenemos una prima llamada Aradia? —cuestionó el castaño, apenas vio que Billy se había ido—. Ni siquiera somos parientes — dijo, señalándolos nervioso.

Fue lo primero que se me ocurrió, ¿Okay? No podía decirle que éramos dos adolescentes del futuro que acabaron aquí por un accidente con un reloj mágico — musito.

¿Y qué es eso de que un amigo vendrá a vernos?

Bueno, resulta que la tal Aradia tiene alguna clase de amistad con algunas personas, de aquí — explicó— pero eso no es lo que me preocupa—.

¿Entonces qué es?

¿Recuerdas lo que dio aquel chico en la playa?—le preguntó el rubio, el castaño asintió— pues resulta que estaba en lo correcto—.

¿Qué quieres decir?

La gente de aquí sí tiene espíritus lobos

Bueno, eso no debería sorprendernos, casi fuimos atacados por tres malditos vampiros — expresó casi dramático.

—dijo alargando la palabra.

¿Bueno, y eso qué tiene que ver con el amigo de Billy?—cuestionó volviendo al tema que no entendía, pero con una sola mirada lo entendió—. No puede ser, el amigo de Billy es un metamorfo —afirmó pasándose las manos por la cabeza.

la bruja del bosque Donde viven las historias. Descúbrelo ahora