LA EQUIVOCADA VENGANZA DE LOS LEONE ( Saga Poliamorosa III )

Cap 22. mi vida. ( R. )

Raffaella.

El mes paso rápidamente, y tambié las cuentas llegaban, la factura de la clínica de mi chiquito, era lo primero, este  tiempo me había dedicado hacer bailes dobles en el bar, pues los pagaban muy bien, lo único era que no aceptaba privados solo los que Ian Coelho me imponía; pero baje la guardia y le pedí al administrador ponerme en el catálogo de bailes privados pero le recomendé mucho a quien me le bailaría.

Estaba saliendo de la escuela de baile, pues había tomado unas clases con una gran bailarina francesa que conocí precisamente en una reunión de Alexio, ella se ofreció a enseñarme y yo encantada, pues bailes nuevos y trucos nuevos significa, más dinero.

Joséphine es una mujer mayor, con gustos peculiares sobre las chicas, pues es muy cariñosa,  se muy bien que accedió a enseñarme con fines sexuales hacia  mí; pero ya estoy acostumbrada a trabajar en este medio y los utilizas o lo hacen contigo; sus enseñanzas son muy buenas, prácticamente he descubierto un mundo diferente del baile erótico y es increíble.

Me estraño cuando en mi teléfono se marca el número personal de Alexio Catalano.

— Si señor— le contesto demanera respetuosa a mi jefe y padrinito.

— Rettatica mi René te quiero invitar hoy a una reunión importante.— ya estoy asiendo jetas y muecas odio esas malditas reuniones en Ambrosía; creo que conozco más el pene de mi jefe que todas sus putas, lunares, venas y hasta sus forma. ( Niego ).

— Claro  Alexio, por mi encantadisima.—le respondo.

— Excelente hermosa, Rene es en el restaurante mirador, te envío la dirección por mensaje te espero es importante.— bueno esto es algo diferente mientras no  se le ocurra haber una orgía ahí, todo está bien...

Me sonrió de mis ocurrencias gracias al cielo, Alexio nunca me ha visto con ojos de hombre, pues no me ha hecho proposiciones de tipo personal; pero me arrastra a cuánto sitio puede, bueno esto en realidad me ha ayudado algo aunque trato de no comprometerme demaciado.

Llamo a Ian para pedirle los últimos turnos del bar pues estaré ocupada bastante tiempo, voy y busco un espectacular vestido negro elegante y hermoso, es largo y tiene una raja en mi pierna y se nota un poco el liguero negro que tengo; atrás es escotada en su espalda.

Cuando llegó al sitio es hermoso estamos en las mesas de la terraza, hay un hombre guapo que no deja de verme; Alexio me presenta como su ahijada y yo sonrió, luego de un rato, cuando la conversación está cambiando de fines; pido un permiso para ir al tocador, pero cuando salgo es mi sorpresa ver a el tipo rubio que conocí en la calle hace como un mes, el italiano.

Ya mi acento no se nota mi natalidad, pues cambie tanto que cuido mucho de no tener algún asentó italiano.

— Ohhh creo que las casualidades existen, mia princesa.— me dice y yo sonrió.

Nos saludamos de besos.

— Estás hermosísima, pareces una princesa. —  Guao, este tipo de verás quiere follarme, pienso.

— Tu también estás muy guapo, que haces aquí.? — le pregunto.

— Con colegas.— me responde.

— ¿Y tu princesa?— hago cara de aburrimiento pues es verdad, quiero irme.

—También trabajo,  pero estoy aburrida.— le digo haciendo pucheros.

— Que tal si vamos a la barra y nos tomamos unos tragos, te desaburres y de paso me das tu número.— me dice Vitale coqueteandome.

Acepto pues no quiero estar más en esa mesa.

Luego de beber dos mojitos, y muchas risas veo mi teléfono.

— Renattita, te fuiste? — me pregunta Alexio, yo le respondo.

— No tardó — y me dispongo a despedirme de Vit.

— Bueno Vit; un gusto fue agradable, pero mi jefe me solicita.— le pico mi ojo y le doy un dulce y sensual beso en su mejilla.

— Adiós princesa te llamaré.— me dice pues me ví obligada a dárselo, solo que se lo dije no se lo escribí; espero y no se acuerde correctamente pues no quiero más hombres en mi vida, ya llevo una vida complicada sin el.

Cuando llegó a la mesa, Alexio me pude ir con el señor Román Forrest, me lo presenta, puedo notar que es un tipo antipático; prepotente, pues puedo gustarle mucho pero, cuando lo saludé ví su cara de disgusto; tal vez solo está acostumbrado a tener mujeres para su complacencia; idiota pienso.

Cuando salgo del Restaurante me lleva a su auto, y luego a su hotel ahí me entrega un dinero, me despido de manera ocupada y de forma profesional y vuelvo dónde Alexio.

Luego de cumplir con mi trabajo, voy al Elefante Branco hoy tengo un show privado y otro general; me cambio colocándome un conjunto de lencería blanco super sexy  y unas espectacular alas, parezco un angelito. Me quito mis lentillas y con mis ojos azules are hoy está presentación.

El baile general causó mucha algarabía, soy la sensación del Elefante Branco, mis movimientos son geniales.

Pero cuando entro a mi camerino, siempre está ahí, mi tormento, mejor dicho mi Ian sexy y guapo tormento.

— Hola Ian, vienes por un show privado.— meneo mi cola cuando le digo.

Pues estoy en solo lencería, el puede ver mis nalgas y brasiel; también mi arnés blanco a juego con mi pinta de angelita.

— te ves hermosa mi Renay con esas lentillas azules.— sonrió pues  Ian cree que son lentes mi color natural de ojos.

Le respondo de manera sexy y mimada a mi adorado tormento, pues muero por probarlo.

— Tu crees jefecito.— este asiente y viene a mi toca mis labios con su mano y me dice.

— Te verías increíblemente hermosa con mi miembro en tus labios y viéndome desde abajo.— y es ahí cuando reacciono que este idiota solo quiere follarme por gusto soy su reto personal.

— Que lastima jefecito, no follo en mi trabajo.— le contesto y sonrió.

Luego lo saco de mi camerino, pues quiero descansar un rato, pera mi siguiente show este es privado, me inquieta un poco casi nunca lo doy.

Gracias al cielo el shows fue normal y tranquilo mi cliente me dejó muy buena propina.

Despierto es muy temprano pero me sorprende ver un mensaje en mi teléfono.

— « Buenos días princesa, te apetece desayunar hoy conmigo.»— sonrió este hombre es increíble, ni yo me lo he aprendido creo que hasta dije un número mal Guao...

— «Tal vez pero tengo clase.»— le contesto y el me envía caritas llorando.
Mi pequeno próximamente cumplirá sus cuatro añitos, me pidió fiesta en la playa, la señora Lilian lo lleva al parque y ya tiene amiguitos.

Hoy luego de clases vine a casa, llevo a mi pequeño a la playa, y el está muy feliz, gozando de una excelente tarde con su madre.

La señora Lilian nus acompaña y luego vamos a un parque temático en la cuidad .

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