LA EQUIVOCADA VENGANZA DE LOS LEONE ( Saga Poliamorosa III )

Cap 52. Besos nuevos. ( R. )

Pov Raffaella.

Era una maldita habitación roja este tipo está totalmente loco, ahora sí me siento asustada.

Me traía atada de manos y piernas como si este tipo no midiera dos metros y su cuerpo está lleno de músculos; no tenía idea de los comportamientos de un dominante pero creo que obligar a la mujer no era exactamente uno de ellos; bueno eso me habían explicado alguna vez, un acompañante en las fiestas de Alexio en Ambrosía.

— Estás loco Román Sueltame, dejame ir a casa; no quiero comprende. — le decía algo ya calmadamente a este psicópata, no gritaba, pues tengo que guardar energías,  no sé que piensa hacerme este tipo; un escalofrío recorría por mi cuerpo.

Me carga como muneca, lo primero que hace es voltear una cruz algo extrana; daba vueltas y me deposita en el centro y con toda su fuerza me tiene para poder atar mis brazos y piernas a esta cruz, mientras me quitaba la chaqueta, pantalones y camiseta. 

Luego con muchas cuerdas me ata estaba asustada y gritaba pero hace un gesto de negación y busca una mordaza roja y la pone en mi boca.

Luego de atarme muy bien, senos, nalgas piernas y cintura, lo primero que hace es voltear la cruz y quedó de espaldas mostrando mis nalgas pues mis bragas eran tipo hilo.

Con un látigo de muchas cuerdas empezó a azotar mis nalgas. Dijo que me castigaria por portarme mal.

Me dió varias palmadas en mi cola.
— repite Renatica. Una. (Plaf).
— dos (plaf), tres (plaf), cuatro(plaf)...— me golpea a este idiota, yo solo podía gemir de rabia e impotencia...

— mmmm.mmm mm.— maldito no podia hablar la cosa en mi boca lo impedía.

— Te has portado mal Renatica, eres una sumisa mala y debo castigarte, para que aprendas a obedecer a tu señor.— me decía este imbécil y yo solo quería patearle ese culo y vomitar...

—cinco (plaf), seis, (plaf), siete(plaf).—
—Ocho (plaf), nueve (plaf), diez(plaf).

Este maldito se había atrevido a golpear mis nalgas con sus manos a la tercera nalgada no sentía nada, era solo un picor, pero cuando descanso un segundo y volvió a golpearme sentí como si mi carne fuese arrancada.

Solo gemía por el dolor, después busco otra fustra y me golpeó por todas partes.

Tomo fuertemente mi rostro y me decía.

— Debes de portarté bien cariño y te compenzaré, debes de aprender a obedecer, te voy a educar Renatta, después lo agradeceras; por qué te vaz a enamorar de mi, tanto que no te importará ser una sumisa más, mientras estés contigo.— me decía este tipo y yo solo tenía ganas de vomitar pero no podía hacerlo, la mordaza en mi boca me obligaría a tragarme nuevamente mi vómito y eso es asqueroso.

El maldito se atrevió a meter su mano en mi braga y tocar mi coño, estaba totalmente seco; pues aunque Román Forrest me parecía un tipo muy guapo y apuesto, en este momento, escucharlo decir  eso solo me daba asco.

Veo como mete su mano en su boca y saca una cantidad de saliva y la dirige a mi vagina, la acaricia y masajea.

— Tranquila Renatta te haré mojar más que nunca en tu vida— Saco como pudo mis pezones pues  había atado con brasiel y estaban ajustados mis pechos,
Los chupaba mientras metía su mano en mi vagina e introducía un dedo.

Luego buscó un vibrador, parecía algo como un micrófono y lo ponía encima de mis bragas y me hacía vibrar cuando; chupaba aún de mis pechos, este maldito quería hacerme excitar y mojarme, pero luchaba; mi mente y mi cuerpo, por no ceder; humedecerme sería algo así como una humillación para mí, y ceder ante la manipulación de su parte.

Estaba aún chupando mis pechos y tocando mi cuerpo con sus manos; yo gemía y gritaba pero no podían salir más que gemidos de molestia.

— Mmm mmmm — cuando veo como un hombre se le avienta al suelo, era Angelo; nunca en mi vida me había alegrado tanto verlo, aunque peleaba salvajemente con Román.

Vecen entro y empezó a desatarme, pero demoraba mucho, pues tenía muchas sogas y correas etc...

Luego entra mi Vit, y Angelo lo dejo para que Vit también lo acabará a golpes; Angelo vino a mi y ayudó a desatar, me quito la mordaza; quería matar a Román pero no podría cuando intente caminar, estaba agarrotadas mis piernas, tenía mucho tiempo amarrada solo puede gritar una frase de odio, cuando el llanto me invadió y le pedí por primera vez a Ange me sacará de ese sitio.

Me llevo a su auto y luego de unos minutos me cubrió y salimos a no se dónde; me sentía una mierda, vulnerable. 

Me abrace a Angelo como nunca lo había hecho y me permití llorar, extrañamente me sentía segura.

Sentí cuándo me desnudo, no me importo, y me ayudó a bañarme; sentí alivio, todas esas palabras y cuando Román me toca me hacían sentir sucia; lo peor era que estaba a punto de empezar a humedecer mi coño, no quería pero el cuerpo es sensible y hubiera sido lo mas humillante que Román logrará hacerme correr con sus juguetes y sus toques.

“Maldito narcisista de mierda”, quería quitarme la sensación de sus besos y toques.

Sentí como una mano calida me abrazaba fuerte a su pecho; su olor era embriagador me hundí en su cuello y pecho desnudo y no se cómo lo hice o en que momento pero mis lágrimas se habían secado y empecé a dar besos suaves en su cuello, clavícula, y su pecho, la sensación era tan agradable; cuando Angelo me tomo mi rostro y vio a mis ojos y me regalo un dulce beso, en mis labios los cuales, correspondo, el me veía algo extrañado y me pregunta.

— Mi Sol no quieres descansar y mañana hablamos.— me dice el, pero niego y le contesto.

— Quiero quitarme la sensación de ese maldito sobre mi cuerpo tocandome y besándome, quiero borrarlo con besos nuevos.— le contesto en un momento de debilidad.

Le doy otro beso en su cuello pero el se queda, quieto aún digeriendo mis palabras, me levanto nuevamente.

— ¿No quieres?— intento levantarme.

—¡ Puedo llamar a Vit.!! — le digo y Angelo niega y me contesta.

— Si quiero mi Sol, es lo  que más he deseado en mi vida desde hace cinco años, pero no quiero aprovecharme estás vulnerable, sufriste un acto traumático.— no lo dejo terminar y lo beso, el me corresponde y mete sus manos por debajo de mi camisa, y la arranca de mi, dejándome solo en bragas en su presencia; Angelo solo tiene un pantalón de pijama y sin camisa; y se viene arriba de mi y comienza su camino de besos hacia mi pecho y abdomen, cuando llega al orillo de mis bragas; juega con la pretina y poco a poco las quita, quedando expuesta y totalmente desnuda ante el Angelo Leone.

No tarda mucho cuando se ha aventado a mi coño y lo debora y come como si su vida dependiera de eso, los gemidos son fuertes y constantes.

Angelo me da enbestidas fuertes en mi centro y hacen que desee correrme, la sensación es increíble y placentera y no tardó en llegar al increible éxtasis que me da Angelo Leone.

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