Cap 37. Campeón ( A. )

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Pov Angelo

Estoy desesperado quiero conocer a mi pequeño; ya han pasado varios días, y solo se las migajas que me da de información Vitale, hoy decidí aparecer en su vida. Pero la mejor forma es hoy cuando venga al  control de nuestro chiquitín, la espero afuera de la clínica, pero cuando veo que viene me interpongo en su camino y trato de chocar con ella.

Lo siento señor disculpe. — le dice pero yo de imnediato niego.

No; fue mi culpa venía distraído.— le contesto pero ella no me ha visto; es ahí en cámara lenta cuando levanta su vista y su rostro palidece; yo aprovecho de una y me hago notar.

Guaooo hola mi Sol.— pero ella niega de inmediato y carga el nené rápidamente.

lo siento señor está usted equivocado yo no lo conozco.— y entra a la clínica, prácticamente corriendo pero yo decido correr detrás de ella.

Está anunciandose con la recepcionista.

Señorita tenemos cita, con el doctor Velasco. — le dice y la chica asiente.

Claro, mamá Bruno Belanger; por favor espere un momento.— le dice y ella toma asiento con mi nene, que es hermoso, está nerviosa.

Hola mi Sol, ¿cómo estás y este  chiquito quien es.? —Le pregunto a ella y noto como se pone nerviosa, pero se reconpone y me dice.

No señor está equivocado soy Renatta Balenger.— me lo dice viéndome a los ojos y con mucha seguridad.

Pero niego y le respondo: 

Podras llamarte ahora así, Renatta pero no me negaras en mi cara, mi Sol, que eres Raffaella Rinaldi. — ella palidece, y lo peor es que en ese momento la secretaria le pide pasar a ella, y al nene al consultorio de Evan.

Yo paso con ella y saludo a Evan muy efusivamente; pues en realidad llame a Evan antes y le pedí este favor personal, el ya sabía que entraría junto con ella.

Oye que haces, vete por favor no te conozco.— me dice, se que se hace la tonta, no desea reconocerme y está en negación, pero le recordaré que soy su hombre.

Hola Renatta cómo estás y este chiquitín como ha estado veamos.— nos dice Evan quien revisa a mi pequeño y yo me siento muy cómodo; luego de un rato y de recetas, Evan decide saludarme formalmente.

— ¿ Angelo un gusto que acompañes a esta mamita, es tu novia.?— me pregunta Evan sonriente pero yo decido dar en el clavo.

Emm pues bueno, si colega más bien es la madre de mi hijo, soy el padre de Bruno.— y algo parecido al exorcista cuando mi Sol voltea a verme de manera fría y demandante, niega.

Este hombre está loco, yo no lo conozco.— nos dice a Evan y a mi, pero en realidad ya estaba preparado Evan para todo esto y el me sigue el juego.

Ohh bueno en realidad no entiendo nada, pero Renatta si no lo conoces, te presento al doctor Angelo .... — lo interrumpo no quiero que diga aún mi apellido.

— Si me conoce colega y muy buen, soy el padre de Bruno.— le digo y ahí es cuando el doctor Evan Velasco nos da la misma información que pensamos.

Ok esto es genial, si eres el papi de Bruno podrías ser compatible con el y hacer el trasplante de médula osea.— ella de inmediato voltea a verme.

Renatta es importante; no está funcionando el tratamiento nuevamente; le haré otros estudios a este campeón pero no hay mejoras.— le dice Evan a ella y noto como mi hermoso Sol, se enta y cubre su rostro un momento, entra una enfermera conocida por ellos y lleva a mi pequeño a sus rutinas, y noto como una muy triste y llorona Raffaella llora, desconsoladamente.

Tomo un pañuelo y me agachó en su frente.

Toma mi amor, cálmate saldremos de esta. Mi amor dime Bruno es nuestro hijo.— le pregunto y ella no me escucha solo llora.

Cuando logra reaccionar me dice anímicamente.

— ¡Que!! No soy tu amor Angelo, lo olvidaste, eres un maldito bastardo, déjame en paz desaparece no deseo verte me arruinaste la vida.— me grita todo esto como loca, gracias al cielo Evan había salido, y estamos prácticamente solos mi Solecito y yo.

De inmediato bajan lágrimas por mis ojos y me agachó y le pido perdon.

Mi amor, lo sé perdóname, mi Solecito, no sabes lo arrepentido que estoy desde hace años, te busque, mi amor para pedirte perdón y ahora me encuentro que en tu vientre llevabas un hijo; nuestro, preciosa.— le digo y ella voltea a verme con su rostro rojo y lloroso.

Niega.

Eres un maldito Angelo Marín, quiero que te larges a la mierda y más allá, desaparece.— me grita y sale furiosa.

Decido no molestarla más, y salgo del consultorio pero voy a la sala de pruebas, soy doctor y tengo el permiso de pasar a la clínica.

Cuando entro a la habitación noto como, Evan lo revisa entonces voy y pido permiso quiero conocer a mi hijo.

Evan me da unos minutos y yo aprovecho.

Hola campeón como estas soy Angelo, tu papi. — le digo directo y este me me y sus ojitos se iluminan.

— ¿Papi?, pero mami dijo que no tenía, que estabas muy lejos.— me dice mi chiquito y yo lo abrazo.

Pero de manera tierna le respondo.
Si mi amor, estaba trabajando y aprendiendo como sanarte, chiquito  yo y tus otros papis.— le digo y este asiente.

— ¿Tengo más papis. Guaooo? — me contesta, mi chiquito y yo sonrió.

Sip, mi campeón pero será un secreto.— le cuento en forma de susurro, y mi pequeño sonríe.

Luego de unos minutos llega la enfermera quien lo lleva con mi Sol, la veo a través del vidrio y veo que mi hermosa mujer ya se ha recuperado.

Luego vuelvo a casa, pues segun entendí nuestro campeón no está respondiendo al medicamento como deberíamos..
Mañana nos haremos pruebas pues uno de los tres debe ser compatible con nuestro pequeño.

Es nuestro siguiente paso a seguir, o temdremos que darle un hermanito a Bruno.

Mi chiquitin es igualito a Enzo, en realidad no se quien es el padre, pero para mí en mi corazón mi campeón ya es mío, al igual que lo es su madre.

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😊















LA EQUIVOCADA VENGANZA DE LOS LEONE ( Saga Poliamorosa III )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora