Una pacifica charla

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Pedro Pablo llego puntual pero al ver la dirección tuvo que rodear el lugar un par de veces, antes de en verdad cerciorarse que ahí le iban a entregar el material, era una especie de departamento o algo así con un aire totalmente hogareño, tocó la puerta un par de veces y lo recibió una chica, parecía de su misma edad muy pálida y delgada.

-Hola Pepa, Soy Flor mucho gusto, Salo me avisó que vendrías -dijo como si se conocieran de toda la vida.- el paquete está adentro- el solo se le quedó mirando raro y la siguió a un cuarto.      

- está justo adentro de la puerta- continuó, él se agachó un momento para buscarlo debía ser muy pesado, al levantar la caja que se encontraba en esa parte escucho el sonido de la puerta retumbar

- disculpa, ¿Flor?- empecé a golpear la puerta desesperado por varios minutos y cuando creí que no podría ser peor escuché unos pasos acercándose, ¿acaso iban a matarme? Solo cosas malas pasaron por mi mente en ese instante, tenía que esconderme, volví a meterme en el armario cuando escuché una voz conocida. Y no lo puedo creer ¿el niño mimado de Bosco? Esto parecía broma de mal gusto, no me dio tiempo de procesar todo cuando escuché de nueva cuenta la puerta azotarse y Bosco esperando sentado de espaldas el "paquete". Así que salí del armario, dios que ingenuo era, salí silenciosamente aún que era como si él me sintiera ya que me miró de todos modos.

-No puede ser ¿qué haces tú aquí? ¿Es una broma pesada?- se acercó a la puerta tocando fuertemente

- No es como que yo esté muy feliz de verte ¿si?, pero a mi Salo me salió con su tontería que tenía que ayudarlo a recoger unas cosas y te aseguro que te pasó algo similar- Pepa suspiró derrotado

-Pero no nos pueden dejar aquí encerrados, ¿no saben que no te soporto?- Bosco estaba histérico y parecía nervioso, no lo había mirado ni una sola vez

-Gala me quito el teléfono ¿ahora como pediremos ayuda? tal vez esa tal Flor nos encerró para matarnos, dios no puedo respirar- empezó a hiperventilar y solo estábamos nosotros solos en la la habitación.

-oye tranquilo, tranquilo no pasa nada, cálmate Bosco, por dios respira- lo tome de los brazos haciendo que me mirara a los ojos pero parecía no funcionar. Además que para este momento ambos estamos hincados a lado de la cama.

Bosco seguía hiperventilando en un momento sus labios se veían morados tenía que hacer algo ¿pero qué? Hice lo primero que se me vino a la mente, lo puse frente a mí y deslicé mis manos por sus brazos fue cuando lo tome de la cara y entonces estampe mis labios contra los suyos, sabía cómo dar primeros auxilios solo que jamás lo había puesto en práctica antes ¿sería mejor si lo acostara?, traté de pasarle un poco de aire con mis labios lo cual fue fácil ya que él tenía la boca abierta por la sorpresa, no lo culpo, es más probable que esto lo maté a que lo haga la falta de aire por el ataque de pánico que estaba teniendo.

Cerré mis ojos sintiendo sus labios y por muy raro que fuera no me desagrado ni un poco, aún que seguramente él me mataría. Lo solté y él me miró, estaba en shock no salían palabras de mi boca ni de la de él.

Nos quedamos largos minutos mirándonos sin decir nada yo podía sentir como temblaba.

-¿Por qué lo hiciste?- era la primera vez en todo el tiempo que lo conocía que no me hablaba en ese tono con aires de grandeza ni grosero, en su voz solo había confusión y vergüenza.

-No podías respirar y quise darte un poco de aire, perdón no supe qué hacer.

-ese fue mi primer beso.

En ese momento creí que él iba a golpearme, pero en vez de eso solo se quedó tranquilo mirando a la nada

-lo siento, no lo veas como un beso, fue un momento de desesperación, solo olvídalo

En ese momento la puerta se abrió dejando ver a Flor junto con Gala y Salo los cuales venían a preguntar si ya nos llevábamos bien. Pase a lado de ellos dándole un empujón a Salo al salir.

-Eres un idiota, ahora lo odio más que antes.

Salí de ese lugar corriendo necesitaba procesar todo ¿qué acababa de pasar?, por qué había sentido esto. ¿Qué pasaría ahora? ¿Me odiara? Y por qué me sentía así, tenía muchas ganas de llorar.

Gala
Definitivamente el plan no había funcionado, pero lo bueno de esto es que siempre hay un plan B.







El siguiente capítulo será perspectiva de Bosco.

El plan de Gala - Bospa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora