Capitulo 7: La vida Golpea Dos veces Parte 2.___________________________________________
El aire era tenso.
El cielo se había vuelto más oscuro que hace rato.
"¿Quieres que te lleve?", Yuki le pregunto al rubio con una sonrisa mientras se subía en su motocicleta.
Un Naruto mucho más tranquilo sonrió.
"Estoy bien así, quiero caminar un rato", Yuki asintió.
"Bien, y recuerda, tienes mi número, cualquier cosa que pase o lo que sea, no dudes en llamarme y estaré ahí contigo en un instante", la mujer acarició la cabeza del ojiazul con cariño.
Este último apreció el gesto.
"No lo olvidaré", Naruto estaba contento de contar con alguien en estos momentos.
"Okey, estare haciendo algunos trabajos en la ciudad asi que estaré aquí algunas semanas más, así que, si quieres charlar o simplemente pasar el rato, mándame un mensaje", y con eso la mujer encendió su vehículo y se alejó del lugar con una último saludo con su brazo derecho extendido.
Mirando como Yuki se alejaba, Naruto dejo salir el aire de sus pulmones en un suave y lento suspirar.
Aún tenía su mente algo confundida, pero gracias a la intervención de Yuki, pudo organizar lo suficiente sus prioridades como para mantener la calma, y ahora solo quería llegar a casa y pasar un rato con Mai y Maki.
Pensando en las gemelas, recordó que Mai ya había despertado su ritual maldito, por lo que ya era hora de que comenzará a entrenarlas.
Dando media vuelta, el ojiazul comenzó a caminar en dirección del territorio del clan, necesitaba hablar con el viejo sobre Megumi y su madre, necesitaba ver si podía hacer para que las dos pudieran viví dentro de lo terreno del clan y de esa forma puedan vivir más tranquilamente, claro, mientras el viva, nadie les hara nada.
De teniendo sus pasos, los ojos azules se agrandaron.
"¿Que extraño?, siento que algo, un extraña sensación en su pecho", reanudando su caminar, no le prestó mucha importancia a esa sensación, tal ves necesitaba dormir un rato.
Ya mañana visitaría a la hija de Toji, ya era momento más que suficiente para descubrir si tenía algún ritual o no.
Y con eso en mente, el rubio continuo su camino, recopilando la conversación que había tenido con Yuki durante toda la tarde.
(0.0.0)
Ojos cansados se abrieron con lentitud dentro de un habitación tenuemente iluminada.
El suave sonido del celular lleno el silencio de la habitación.
Levantando una ceja llena de canas, la mano arrugada por la edad se extendió y tomo el dispositivo, leyenda en la pantalla número desconocido.
Sin mucho entusiasmo, el hombre anciano contra todo pronóstico decidió solo por puro instinto contestar la llamada, sin esperar que al hacerlo traería grandes consecuencias.