Capitulo 8..5Las hojas del pasto se movieron al compás de la brisa del atardecer.
Ojos azules miraron las dos lápidas frente a el, reflejando el brillo del ocaso en sus ojos.
El brillo naranja del sol apunto de ocultarse iluminó el cuerpo cubierto de vendas y gasas, de Ze'nin Naruto de pie contemplando las tumbas de Toji y su esposa.
A unos metros de distancia observaba con calma una también cubierta de por vendas Yuki tsukumo.
Hace almenos unas doce horas que habían llegado a los territorios del clan Ze'nin, y hace apenas una hora de que se había despertado el pequeño Naruto.
Ella por su parte, tenía bastante desde que se había despertado, al menos unas cuatro horas, pero no salió de la habitación donde los habían dejado, ya que no quería dejar solo al rubio.
Algunos miembros del clan ayudaron haciendo el hoyo donde enterrarían el cuerpo de la madre de Megumi.
Ahora, Naruto en el instante en el que se despertó, lo primero que hizo fue venir hasta aquí, incluso si para eso necesitaba usar de una muletas para caminar.
Ella lo siguió muy de cerca, no quería que se lesionara aún más.
Toda la hora que llevaban ahí, ninguno pronuncio alguna palabra, solo la suave brisa el viento era lo ambos escuchaban.
Hasta que, eventualmente el silencio se rompió.
"Falle", las palabras alcanzaron los oídos de Yuki, quien se sorprendió por lo dicho.
"Pero derrotaste Mimick, no creo que eso se considere fallar", ella no entendió por qué Naruto dijo eso.
Hubo unos segundos de silencio.
"No cumplí mi promesa con Toji", las palabras salieron con calma, no había tristeza, melancolía o remordimiento, simplemente palabras que salían con serenidad.
Yuki frunció en entrecejo sin entender, pero antes de que pudiera preguntar lo que sea, el pequeño la interrumpió.
"Toji me hizo prometer que las protegería", Naruto no apartaba la mirada de ambas lápidas.
"Pero me revolque en mi propia miseria, ignorando por completo sus palabras", ojos azules brillaron con el reflejo del Sol.
Las palabras que Yuki hubiese querido decir no las pudo pronunciar, y simplemente se quedó en silencio esperando a que el pequeño se desahogara.
Un suspiro cansado salió de la boca del rubio.
"Yuki", Naruto llamo
Y por primera vez desde que habían llegado, Naruto aparte sus ojos de ambas lápidas, para curarse y mirar a la mujer.
El rojo y el azul se miraron.
"Gracias".
Los ojos de Yuki se agrandaron con sorpresa, no esperando algo así.
la mujer abrió la boca para responder, pero las palabras se ahogaron su garganta.
y en es preciso momento, lo vio, a que ellos ojos azules que hace años habían perdido si brillo, ahora habían por fin recuperado un leve brillo.