Dischodar

274 10 1
                                    

Llegue justo a tiempo. No sé ni como hice para despegarme de las sábanas. No suelo levantarme tan temprano.

Me había levantado antes de las nueve para prepararme. Me di una ducha fría para que se me fueran los nervios —no funciono—. Luego me hice el desayuno y preparé todo lo que me llevaría, así no se me olvidaría nada. Soy muy olvidadiza, sobre todo con en TDAH, siempre que salgo he de volver a casa porque se me olvida el móvil, cerrar las ventanas, apagar el fuego... por suerte no era muy frecuente, pero siempre más vale prevenir que curar.

Las 8:30. Salí del hotel en el cual me alojaba solo para unos pocos días, si la discografía me aceptaba, ya me buscaría algún piso o un hotel mejor que ese, porque no veas que chapuza. Todo está en mal estado, no se pueden entrar ni a los baños del mal olor que tienen, parece que no hay nadie de la limpieza, así que no vienen para limpiarte la habitación entera, la tienes que limpiar tú. Por lo que se ve, los que estaban antes que yo no lo hicieron, dejaron todo el mal olor allí encerrado. Tampoco te puedes bañar en la piscina. No tienen agua en ella. ¿La comida? Te tienes que ir a un restaurante a comer, ese ni siquiera tiene cocina y la chica de recepción es una señora muy amargada, no le debe gustar trabajar allí, es la única que he visto allí trabajando, no me extraña, quien querría trabajar en esa pocilga.

Fui a la parada de autobús, vi que el que tenía que coger llegaba en 10 minutos. Se me harían las 8:40 esperando a que llegara, encima luego tendría que caminar hasta otra parada porque el autobús en él tenía que hacer transbordo no llegaba en la misma donde me bajaría, y a saber cuánto tendría que esperar para el siguiente bus.

No voy a llegar, es lo que me repetía todo el rato. El autobús tardo 5 minutos en dejarme en mi parada. Caminé hasta la siguiente parada, 5 minutos más, 8:50. El bus que necesitaba ahora llegaba en 5 minutos, solo esperaba que eso fuera cierto. A lo mejor llego a tiempo y todo, pensé. Pasaron 5 minutos y no llegaba, estaba pensando en ir a pie, pero eso serían más de 10 minutos y no llegaría a tiempo.  Esos pensamientos desaparecieron al ver llegar al autobús, me subí y me senté en el primer asiento que encontré. Ahora solo rezaba por llegar a tiempo. 

Llegue a tiempo.

No sé cómo me lo había montado, pero allí estaba, frente a la cola de recepción. Parece que la suerte hoy está de mi parte, pensé. Llegó mi turno.

- Buenos días, ¿en qué puedo ayudarle? - me dijo con una sonrisa, falsa obviamente, ¿Quién estaría feliz de estar trabajando a las nueve de la mañana y encima en un trabajo como ese? Nadie.

- Buenos día. Soy Chiara Oliver, ayer me llamaron para una cita. - sonreí de lado.

La chica me miro de arriba abajo, para acabar mirándome a los ojos. No logré descifrar lo que estaba pensando. Solo pude ver la cara de "asco" que ponía.

- Déjame que mire. - se puso a teclear su ordenador.

Mientras ella revisaba, me puse a observar a mi alrededor. Todo era muy moderno. Cosas caras sin duda. Había cosas de oro, supongo que autentico, al ser una empresa tan importante, deberían de ganar mucho dinero, así que se podrían permitir cosas de oro. Miré a la gente. Muchas personas. Me puse a pensar, ¿Por qué hay tantas personas en esta sala? ¿será que también se quieren apuntar? ¿serán candidatos? Hay mucha gente... a lo mejor ni tengo oportunidad de que me acepten con tanta gente, seguro es más talentosa que yo y todo.

- Bien. Chiara Oliver, espera en el segundo piso a la derecha, allí te llamaran. Toma. - se levantó y me pegó una pegatina con un número, 9008.

- ¿Para qué es? - pregunté con curiosidad.

- Te llamaran por ese número. Hay mucha gente esperando. Es por si hay alguien con tu mismo nombre, para que no se confundan. - me explicó

No podía ser posible que hubieran más de 100 personas en este edificio... y que yo fuera el 9008. No me llamaran nunca.

- Gracias.

Subí al segundo piso y giré a la derecha, tal y como la recepcionista me dijo. Entré a la sala de espera y había mucha gente... muchísima. Miré las pegatinas de algunos, 3078. Dios, si todavía hay gente del 3000, ya puedo ir dejando de lado mis esperanzas. Mucha gente, cada rato llamaban a uno nuevo, pero eso no parecía disminuir, más bien parecía que aumentaba o que se quedaba igual... hay tanta gente que seguro no me aceptan.


- VC, spirito

¿Doble sueño cumplido?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora