¿Doble sueño cumplido?

La Jefa

Entré a la sala y no había nadie.

La sala era grande, había un escritorio al final de ella, la silla estaba girada, mirando hacia la ventana, delante del escritorio había dos sillas más. Encima de él solo había muchos papeles y una lamparita. Había librerías a cada lado de la habitación, con libros, muchos libros, ¿se los habrá leído todos? En un lado de la habitación también había una puerta, seguramente el baño, en el suelo había una alfombra enorme de un oso, solo los ricos se podrían permitir algo así. 

Decidí ir hacia una de las sillas que había delante del escritorio, pero antes de llegar, la silla que hace un momento estaba de espaldas se había girado.

En ella había una mujer. No veas la belleza que deslumbraba esa chica. Llevaba el pelo corto, pelirrojo, le quedaba muy bien. Los ojos marrón miel, las cejas normales, perfectas, y sus labios rosados... dios mío, me va a dar algo. Vestía un traje negro que desde mi punto de vista le resaltaban los pechos.

Me quedé embobada un rato sin darme cuenta de que la chica de en frente me estaba hablando.

- ¿Chiara Oliver? - me preguntó.

Dios que voz... que acento... Chiara, concéntrate.

- Si, esa soy yo.

- Puedes tomar asiento. - sonrió.

Encima le sale un hoyuelo cuando sonríe, esta mujer no puede ser más hermosa.

Se puso a revisar unos papeles que tenía en frente. Eche un vistazo y vi que ponía mi nombre, sería lo que apunto la señora de la otra vez, la que me hizo la mini entrevista en la cafetería.

- ¿19 años? - levantó una ceja. - eres muy joven.

¿Eso era algo bueno? ¿Me lo tendría que tomar como cumplido?

- Cumplo 20 dentro de poco.

- Ya lo veo, 11 de marzo...

Normal que vayan tan lento y que todavía sigan por los de 6000. Las preguntas las hace muy lentas y deja mucho suspense entre medio.

- 'Estudiante de canto moderno en la ESMUC, Barcelona.' Interesante. Por lo que me han contado es muy difícil conseguir plaza allí. - dijo sin dejar de mirar los papeles.

- Sí. Hay muy pocas plazas, supongo que he tenido suerte. - sonreí de lado.

- No lo creo. Tienes talento Oliver. Por algo estas aquí, por algo estudias en la ESMUC... - sonrió.

Miraba de vez en cuando el reloj. El tiempo pasaba lento, muy lento.

- Tocas muchos instrumentos y has tocado en hoteles y restaurantes en Menorca. ¿Eres de allí?

- Sí. Pero ahora vivo en Barcelona.

Seguía leyendo, no apartaba sus ojos de los papeles.

- 'Medio inglesa.' - leyó. Esta vez levantó su cabeza para mirarme. - se te nota... -me miró de arriba abajo- por el acento. - finalizó.

- De hecho, mi madre es inglesa... en mi casa solo hablamos catalán e inglés.

- Eso está bien. Tener muchos idiomas puede ayudar mucho. - volvió a sonreír – perdona por no haberme presentado antes, soy Violeta Hódar, la jefa.

Ella podría ser mi jefa, mi nueva jefa y estaba pensando cosas inapropiadas de ella. Dios Chiara solo esas cosas te podrían pasar a ti.

- Una pregunta...

- Adelante. Soy toda oídos.

- ¿Por qué he entrado antes? Todavía no era mi turno. - dije.

- Necesitaba hablar contigo urgentemente, supongo que te lo habrá dicho Leticia, ¿no? - Leticia debía ser la señora mayor.

- Sí. Pero quiero saber qué es eso tan urgente.

Silencio, un silencio muy largo, pero para nada incomodo.

- Mire, si es para decirme que me rechaza entonces hágalo ya. —le suelto sin rodeos— o, al menos, podría haberlo hecho por teléfono, así no perdía mi tiempo.

- ¿Piensas que estas perdiendo el tiempo, Chiara? - me preguntó.

- Pues sí, lo pienso. Es la única explicación razonable que tengo para que me haya llamado antes.

- Te digo de ante mano que estas muy equivocada.

- Ah ¿sí? ¿y eso por qué?

- Si te he llamado antes ha sido porque no quería hacerte esperar más. Temía que alguien tan talentosa se me fuera de las manos. Pensaba que ya te habrías ido al ver el número que te había tocado y lo que te faltaba por esperar. Así que antes de que te cansaras y te fueras a casa, decidí llamarte cuanto antes. No iba a echar a perder alguien con tanto talento.

- ¿Cree que soy talentosa? - me sorprendieron sus palabras.

- ¡Claro que sí! He echado un vistazo a tus redes sociales, he visto los covers que haces y lo bien que los haces! Tienes talento, chica. Tu voz es tan peculiar, tan suave y tan magnética que la hace muy especial.

- Gracias. - dije apenada.

Nunca pensé que alguien podría pensar eso sobre mi voz, sobre mi canto. Aparte de Ruslana y Martin claro, ellos siempre me han apoyado y me han hecho saber del talento que tengo.

- Eso que quiere decir... ¿me acepta? ¿estoy dentro de esta discografía? - pregunté. Estaba muy intrigada.

- Eso quiere decir que....

- VC, spirito