¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La conocida calidez generada por la chimenea de su sala común la rodeó, parpadeó lentamente, observando el fuego arder. Un súbito sentimiento de paz y plena serenidad la consumió.
— ¿En que piensas?
Sus orbes bajaron, encontrándose con el rostro de su mejor amigo, el cual estaba recostando su cabeza en sus muslos, ambos reunidos en el sofá como siempre solían hacer.
Una sonrisa se extendió por sus labios, al mismo tiempo que negaba, retándole importancia. — No es nada muy interesante.
— Todo lo que dices es interesante Beth. — este reclamó alzando una ceja.
Soltó una risita por su réplica y lo contemplo un par de segundos, enredando sus dedos en su cabello, acariciandolo con suavidad. Ante esto Cedric cerró los ojos, disfrutando de su toque.
— Solo... recordé cuando nos conocimos, estaba pensando en que si yo no hubiera ido a llorar a la torre de astronomía, nunca nos hubiéramos hecho amigos. — Sospeso, reflexiva.
El cobrizo negó al instante, llamando su atención. — Creo que aún si no hubieras ido, nos habríamos conocido de una forma u otra.
Ladeo la cabeza, curiosa. — ¿Porque estas tan seguro?
El se encogió de hombros, desviando la mirada. — No eres alguien que pase desapercibida, eso es todo.
Sonriente, asintió. Endulzada con sus palabras. Se quedaron en un largo silencio, uno verdaderamente cómodo. Ambos pensativos, en sus propios mundos.
— Sabes... — Elizabeth volvió a tomar la palabra, captando la total atención de Cedric, el cual estaba casi quedándose dormido por los mimos de la menor. — Ahora que lo pienso bien... además de, obviamente mi padre, eres el único con el que puedo llorar libremente.
El Diggory frunció el ceño. — ¿Enserio? — notó que su asentimiento no hizo más que confundirlo. — ¿Con Emily nunca..?
Negó al instante, haciendo una pequeña mueca. — No, a Em le tengo una confianza gigantesca no me mal interpretes, pero... no lo se, simplemente nunca e podido. — se le quedó viendo, lentamente asomando una sonrisa ladeada. — Creo que es porque desde la primera vez, me conociste en mi momento más vulnerable y aún así lograste hacerme sentir mejor.
