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Seguía muy pensativa por todo lo ocurrido.
Luego de que la marca tenebrosa apareciera en el cielo, esperaron un tiempo más hasta que les pareció seguro salir y dirigirse al lugar del traslador. Además de la familia Weasley, tanto los Diggory como Emily estaban allí, cosa que le generó un gigantesco alivio.
Mas ellos no dejaron de regañarla por el resto de la noche gracias a cierto pelirrojo al cual, aunque le rogó que no le dijera a nadie sobre lo sucedido, no le hizo caso alguno y explicó iracundo como es que un mortífago la había torturado con un cruciatus.
Camino de vuelta al hogar Diggory, Cedric estuvo como lapa a su lado, preocupándose por cualquier mínimo sonido que hiciera y preguntándole cada dos por tres si estaba bien o si necesitaba algo. Aunque le cansaba repetir tantas veces que estaba bien, ciertamente le era inevitable no enternecerse.
Por suerte consiguió convencer al señor Diggory de que no mandara una carta a su padre, el hombre tenía la necesidad de contarle lo sucedido y disculparse ya que el Lupin la había dejado a su cargo y el había fallado, más Beth logró hacerlo sentir mejor y le prometió que ella misma se lo diría, aunque no pensaba en un millón de años hacerlo.
El resto de las vacaciones pasaron con técnica tranquilidad, claro que lo sucedido en el mundial no dejaba la boca de todo el mundo mágico, y probablemente no se detendría en un buen tiempo pero pudo decir que disfrutó los días restantes antes de volver a clases.
Ahora, junto a el resto de estudiantes que a su igual habían llegado a Hogwarts, intentaba concentrarse en lo que Emily le comentaba, pero se le complicaba más de lo esperado.
Por más que quiso, no pudo dejar de pensar en lo que pudo haber ocurrido si es que la marca tenebrosa no hubiera aparecido. Y los nervios de volver a encontrarse con cierto pelirrojo la tenían muy distraída, sentía que aparecería en cualquier momento y ella no sabría como reaccionar.
