¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—No —advirtió, amenazante, con los ojos entrecerrados en dirección a los dos mayores, el cuerpo tenso y la mandíbula apretada. Estaba asustado y cubría ese miedo con ira—, no irán, digan que no pueden, que se enfermaron.
Hyunggu apuntó a su hijo con la sartén, tomando una distancia prudente del menor junto a su esposo y Alfa cobarde que se escondía detrás de él, temeroso de su propio hijo. Hyung quiso bufar, su mente conectada a la de su pareja le hablo en pensamientos; “Tonto, ¿le temes a tu propia creación?” Y solo obtuvo como respuesta, una respuesta ingeniosa.
“Como Luna teme de sus hijos.”
—Tranquilo, cachorro —Jungwon gruñó bajo y grave—, solo tocaremos, ¿por qué te preocupas tanto? —el Omega mayor observó a su hijo perspicaz—. ¿Nos estás ocultando algo acaso?
“Sí, tengo dos amigos, Alfas, por favor no griten.” —respondió su lobo pero su lado humano en cambio se retorció interiormente, nervioso.
—Por supuesto que no, ¿qué voy a esconder yo? —Hyung entendió un poco su punto y por un momento pareció creerle—, solo que nadie sabe quiénes son mis padres y ustedes de seguro no serán nada discretos en cuanto a su comportamiento hacia mí.
Hongseok abrió la boca ofendido—. ¿Te avergüenzas de nosotros?
—¡Papá, son reconocidos! ¡Un reportero de celebridades y una celebridad! ¡Todos esperarán algo de mi cuando sepan quienes son mis padres!
—Tu hijo tiene razón —acotó Hyunggu.
Jungwon sentía que ya podía respirar. —¡Gracias!
—Pero de todas formas iremos.
El alivio le duró muy poco.
—¡Papi!
—Silencio, ya le dijimos a la banda y no podemos cancelarles así como así.
Jadeó pesado, frustrado y rendido antes de dar media vuelta y caminar furioso hasta su habitación.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
