¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Como se esperaba, la cena fue incómoda.
Los señores Park no dejaban de hablar, Jay parecía más una blanca estatua que una persona, su madre ya estaba por su quinto plato de ensalada estando más interesada en eso que en la conversación de su hermana y su esposo.
Y él... él solo existía.
—Y, Jihyo, cuéntanos, ¿qué has hecho estos meses? supimos que no estuviste aquí en Corea —la mujer nombrada masticó con lentitud su lechuga y tragó con la misma reducida velocidad antes de responder.
Sunghoon bufó por lo bajo cuando ella solo asintió. —Así es —aumentó—, tuve un viaje de negocios en Portugal.
Vió la hora en su reloj de mano, habían estado ahí por casi una hora, unos minutos más y su madre de seguro los sacaba de ahí con una excusa barata improvisada.
La señora Park asintió poco contenta con su respuesta. —¿Y para cuándo piensas presentarle a Hoonie a su nuevo padre? —tosió, ahogándose con el mismo aire y su saliva, su madre a su lado golpeó su espalda una sola vez, con mayor fuerza. Fue suficiente para que se calmara—. Algunas amigas me dijeron que te vieron seguido con un hombre en tus viajes.
—Oh sí —Jihyo se limpió con la servilleta, calmadamente, mientras Sunghoon hacía una lista de todos los hombres que trabajaban con su mamá y pudo haber sido visto por las amigas de su tía, la verdad es que su madre se relacionaba mucho con hombres, pero según lo que sabía, era solo por negocios. Nunca se la imaginó con una pareja—, creo que se refieren a mi socio Sungbin, hemos estado juntos durante mi viaje ya que tengo un interesante plan con él.
Eso activó la curiosidad de la señora Park. —¿Entonces es verdad? ¿tienes una aventura con el hombre?
Él de verdad quiso decir: ¡ha dicho que es su socio! señora.
Pero él era respetuoso.
—No —su madre alargó la “o”—, mi relación con Yun es meramente laboral —casi le saca la lengua a su tía.
Sus tíos parecieron comprender que no diría más acerca del tema, por lo que sin perder el tiempo lo centraron de nuevo en ellos.
—Australia es hermoso, compramos una casa cerca de la playa y la demanda de trabajo en el lugar es alta, ¿no es así, cariño? —su tía asintió sonriente—, por lo que pensamos mudarnos para que Jay empiece su universidad ahí.
Sus cubiertos cayeron y su mirada se fue hasta Jay, su primo permaneció en silencio mientras jugaba con su postre, sin atreverse a mirarlo.
Jay levantó su mirada cuando notó que todo estaba en silencio, cayendo rápidamente en la mueca sorprendida de Sunghoon. —¿No estudiarás aquí?
Apretó sus labios, viendo de reojo a sus padres, tensando su cuerpo antes de negar. —Conseguí un intercambio a Australia como miembro del equipo de fútbol, será una gran oportunidad para mi carrera de deportista.
