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Heeseung frunció el ceño mientras escuchaba la conversación que mantenía con Park a través del teléfono.
—Pero... —Sunghoon dudó en si mencionarlo o no, no era su asunto a decir verdad, pero no podría solo quedarse callado y de brazos cruzados. Jaeyun también era su amigo—, ¿qué hay de Jake?
Hubo silencio del otro lado. Como lo sospechó.
Su primo suspiró. —Se lo diré en su cumpleaños.
Heeseung lo golpeó y le susurró un: Mala fecha, mala fecha.
—No creo que sea el momento indicado para decírselo.
—Ya oí a Heeseung —el mencionado jadeó derrotado y se tiró sobre la cama con los brazos abiertos—, chicos no encuentro otra fecha, ahora Jake está ignorando mis mensajes.
Ambos amigos se miraron en silencio antes de que Heeseung se acercara al celular. —¿Pero de verdad quieres irte?
Jay dudó pero luego respondió con firmeza. —Es lo mejor.
Miraron el techo, cada uno concentrado en lo que estaba ocurriendo con Jay y estando de acuerdo con que todo sería difícil, más para Jaeyun, y no creían estar listos para la reacción del menor, ni siquiera sabía como iba a reaccionar.
Jaeyun era más de los que se enojaban por los problemas, tal vez se pondría cascarrabias.
—Ya me tengo que ir.
Lo observó confundido. —¿No te quedarás a dormir?
—No, quiero mi cama, no que me botes de la tuya a mitad de la noche.
—Te dije que me despertaras si hacía eso, lo siento —Lee rió ante el puchero de Park y golpeó su frente con sus nudillos.
Se paró de la cama y buscó su abrigo colgado en el respaldo de la silla cerca del escritorio. —No es necesario, tú ya vete a dormir, es tarde.
—Tómate un taxi.
—Sí, papá.
Esquivó a tiempo el almohadón de Sunghoon y trotó hasta la salida riendo entre dientes.
Al llegar al portón revisó su teléfono en busca de un contacto mientras levantaba la mano para parar un taxi que lo llevara a su trabajo.
Foxy 🦊
You Oye rabioso si algún día muero y reencarno en un pollo asado
Y de casualidad tu vas a comprar ese pollo asado moveré una ala o el pescuezo para que sepas que soy yo. ¿Okey?
—Al Midnigth club por favor —el taxista asintió y emprendió su marcha. Mientras tanto él esperó una respuesta del chico de mejillas rellenas y ojos de zorro, pero esta tardaba mucho en llegar.
