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No era un gran día para él, en realidad, ningún día lo era, aún así ese era tal vez el peor de todos. Se encontraba en la entrada con las manos ocultas en los bolsillos de sus jeans mientras su pie se movía inquieto esperando, sí, esperando como novio en el altar a su mejor amigo que cabe recalcar se estaba tardando una eternidad en regresar de comprar su leche de plátano, iban a llegar tarde sin duda, ¿y que significaba llegar tarde?
Todas las miradas estarían puestas en él.
Suspiró frustrado observando de reojo a los demás estudiantes correr dentro, arrugó la nariz cuando una ventisca fría acarició su nariz obligándolo a evitar estornudar.
Pasó unos segundos en su misma posición antes de suspirar aliviado cuando vio a Sunoo correr en su dirección, de cierta forma se le hizo adorable, Sunoo corría como un pequeño pingüino mientras sus mejillas se coloreaban por el frió y abultaba el labio inferior por este mismo.
Su mirada se desvió por un instante en el chico que pasaba por su lado junto a otros dos, su perfil peculiar llamando su atención, era un alfa por lo que pudo notar gracias a su olor a Madera mojada y café.
—¡Listo! —saltó en su sitio al escuchar la voz de Kim exclamar—, no sabes a quien me encontré en la tienda, no, mejor no te cuento, ya no quiero recordarle, ¡ugh! es tan molesto.
—No tengo idea de lo que estás hablando.
Sunoo negó y lo tomó de la mano antes de tirar de él para ir a sus respectivas clases.
—Apresúrate o llegaremos tarde.
Bufó. —Ya llegamos tarde y créeme, no fue mi culpa.
—¡No es buen momento para inculparme de algo, Yang! —y le creía, su amigo parecía estar soltando humo por la cabeza en pleno invierno—. Apresúrate.
Trotaron hasta el salón tocando la puerta levemente al estar frente a esta, para sus suertes tenían la primera hora ocupada por Literatura. Pronto la puerta fue abierta por el profesor Jung quien cruzó los brazos y alzó una ceja esperando una excusa que con gusto le daría Kim.
—Perdone el retraso profesor Jung pero Jungwon se sentía mal del estómago y lo llevé a los servicios —Yang asintió para luego fruncir el ceño y mirar a su mejor amigo procesando por fin lo que había dicho.
—Oh, espero que no haya sido nada grave —dijo el profesor Jung deshaciéndose de sus brazos cruzados y regalándole al más alto una mirada preocupada.
—No es nada grave profesor, solo un pequeño malestar —continuó Jungwon en un susurro odiando el hecho de tener que mentirle a su profesor favorito.
—Está bien, pueden pasar.
Asintieron rápidamente y se apresuraron a ingresar al salón, entonces de nuevo nació en él esa sensación de incomodidad e irritación cuando sintió la mirada de todos en él, sus labios se formaron en una fina línea y su ceño se frunció mientras seguía a Sunoo hasta el final del salón en donde se encontraban sus sitios habituales. Se sentó de golpe dejando su mochila sobre el pupitre para sacar sus cosas, cuando tuvo todo sobre la mesa y la mochila puesta en el respaldo de su silla vagó su vista por el salón suspirando aliviado cuando notó que todos habían vuelto a poner su atención a la pizarra, sin embargo sintió una mirada clavarse en el lado derecho de su cabeza por lo que giró a ver de quien se trataba pero solo encontró al mismo chico que había pasado por su costado esta mañana, y él no lo estaba mirando, estaba más concentrado en los apuntes en su cuaderno.
