Capítulo 7

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Duele querernos

Con este amor animal

María espera en el dintel de su ventana a que llegue Esteban a su casa. Comienza a impacientarse sobre todo porque quiere evitar la presencia de Lucca en su casa.

Es difícil tenerlo cerca. Es difícil tenerlo en su hogar. Es difícil mirarlo cómo si no sintiera nada por él.

¿Cómo dejo que las cosas se salieran tanto de control? Claro, sabe perfectamente cuando la tormenta se desató en su cabeza. Desde el día que encontró solo a Esteban y sintió lástima por su alma tan solitaria.

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Ella es lo que se denomina una chica buena. La clase de mujeres a las cuales el chico del piercing evita cómo la peste. Esas a las que les puedes ver el proyecto familiar tatuado en su frente. Esas que necesitan estabilidad para ser felices. Esas que adoran la idea de tener hijitos y su mirada cambia fatalmente cuando se encuentran con los bebés en la calle.

—Las niñas buenas deberían alejarse de mí —dijo Esteban al sentirla sentarse a su lado.

—Quizás yo no sea tan buena cómo crees —le contradice ella arreglando su cabello negro y liso en su hombro.

—Entonces explica que haces acá.

La chica le expuso su plan con claridad. Solo lo necesitaba por un corto plazo de tiempo, un espacio para ordenar su mente, remecer a su novio y darle una lección amorosa a su mejor amiga.

—Eres bastante más retorcida de lo que pensé. Ahora solo me queda preguntarte ¿por qué me lo pides? ¿Si yo voy y les cuento a ellos lo que estás planeando?

—Por dos cosas. Primero para que esto funcione necesito a alguien que esté enamorado de Cassandra.

El chico de cabellos rojizos soltó una amarga carcajada al escuchar eso.

—¿De donde sacaste esa estupidez?

—De tu cara de idiota cada vez que ella pasa por tu lado, genio —declaró ufana la pelinegra —cómo esa vez que necesitaba dinero para ir a su casa, mágicamente apareció en su casillero. —Esteban sintió enrojecer su cara con las palabras de ella —podría seguir...

—Vale, te capto. ¿La segunda razón?

—Pues tú eres el niño malo de la historia y yo, la mejor amiga de reputación intachable —María se encogió de hombros ante esa abrumadora verdad —cómo dirían en Los Simpson, tú eres basura sucia y nadie te va a creer.

El chico de piercing, tatuajes y reputación desastrosa se quedó de piedra ante el semblante oscuro de la brillante chica de cabellos lacios. De repente, notó que María era mucho más interesante y compleja de lo que alguna vez se imaginó. Una risa perversa cruzó por su rostro cuando le preguntó:

—¿Lo dices en serio?

—Pues claro.

—Dime que tengo que hacer.

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Lucca estaba de pie detrás de María, tratando de acercarse a ella sin incomodarla. Nada resultó de la forma que él pensó, se dijo apretando los puños embargado por la amarga sensación de frustración.

María le había solicitado ir a su casa, después de unas pocas semanas que comenzó a "salir" con Cassandra. Él pensaba que su plan había funcionado, sin embargo era todo lo contrario. La chica de mirada triste solo quería devolverle los recuerdos de la relación entre ambos.

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⏰ Última actualización: May 01 ⏰

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