Mi cabeza daba vueltas pensando en lo que había pasado tan sólo dos horas atrás, aún podía sentir las manos de Seth sobre mi y no me desagradaba en lo absoluto, hacía tiempo que se suponía debíamos dormir en la misma habitación pero me negué debido al miedo irracional que tenía a que las cosas se complicarán más entre él y yo pero después vino a mi mente la cara de Snow, aquella mirada fría y ese ligero movimiento de cabeza que me erizó la piel, sabía que no había comprado nuestro teatro como el resto de los que se encontraban en el evento, intenté borrarlo de mi memoria pero múltiples pesadillas de todo tipo azotaban mi cabeza como si de un látigo se tratase. Desperté de golpe al ver la imagen de Seth siendo asesinado junto al resto de mi familia en manos de agentes de la paz, mis manos temblaban y sentía el sudor mojarme por completo sin poder respirar de manera adecuada. Tomé un baño rápido con agua helada y al salir volví a vestirme antes de mirar mi cama vacía, fría.
De algún modo, llegué a la puerta de Seth y la abrí sin tocar, no era la primera vez que pasaba algo así así que sabía que no le molestaría o se asustaría, sí, no dormíamos en la misma cama... no seguido, solo cuando estas imágenes de mis seres queridos siendo torturados hasta el cansancio se presentaban tan lúcidas que incluso a mi me generaban dolor físico. Me recosté junto a él cubriéndome con las mantas sintiendo la calidez de su cuerpo a mi lado y solo me quedé mirando al techo, después lo vi a él, tranquilo, pacífico, transmitiendo paz, ni siquiera parecía el mismo tipo arrogante de siempre... solo era Seth, mi Seth.
Decidí despejar mi mente antes de despertarlo así que volví a salir de la habitación con la mente en blanco, no tenía un lugar al cual ir en específico, solo me movía por inercia. Caminando por los pasillos pude ver una de las salas de control y me acerqué de manera callada y discreta viendo en los monitores los levantamientos que estaban teniendo en algunos distritos, mi corazón latió con fuerza en mi pecho y tensé la mandíbula, había una parte de mí que estaba orgullosa de que la gente comenzara a levantarse en contra de la tiranía del Capitolio pero otra gritaba preocupación por esa gente, cualquier muestra de apoyo hacia mí era una petición de muerte directa.
Pronto un agente que se encontraba dentro de la sala notó mi presencia y fue rápidamente a cerrar la puerta en mi cara, de vuelta en la habitación me senté en la cama mirando al suelo, sintiendo mi corazón latir tan rápido que sentía que en cualquier momento iba a detenerse y una parte de mi rezaba porque eso pasara.
El colchón bajo de mi se hundió un poco ante el movimiento repentino de Seth, me quedé quieta para no despertarlo pero su mano se posó en mi brazo.
— ¿Qué ocurre? — preguntó en voz baja y ronca debido al sueño — ¿otra pesadilla? — cuestionó de manera gentil y su dedo pulgar daba pequeñas caricias en mi brazo.
Realmente no sabía si debía hablarlo con él, mis ojos chocaron con los suyos al mirarlo sobre mi hombro, me regaló una media sonrisa para ayudarme a calmarme pero sabía que no podría decirle nada, al menos no una mentira cuando él me conoce más de lo que me gustaría, podría mentirme a mi misma pero no a él.
Solo tuve una salida, despistarlo, de una forma u otra tenía que cambiar el rumbo de lo que podría ser esta conversación.
Me giré ligeramente sentándome de lado para poder verlo mejor y él se sentó más cerca de mi en sentido contrario.
— ¿Entonces? — espero paciente por mi respuesta para poder hablar pero no recibía una respuesta adecuada, solo me quedé mirándolo unos minutos, él también lo hacía, podía ver la confusión en su rostro, la preocupación y la súplica eran visibles. Él estaba por hablar cuando lo interrumpí tomando su mejilla con suavidad, cerró los ojos al contacto y colocó su palma sobre la mía.
— Lamento todo... — dije.
Abrió sus ojos, los orbes azules brillantes que había visto millones de veces antes y que seguían fascinándome como la primera vez me veían con atención.
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POUR YOUR HEART OUT: FIRE TO FIRE |2 -THE HUNGER GAMES-
FanficLo ocurrido había sido trágico, traumático y aterrador, las memorias de esos días perseguían a Attwell Greene cada día, ¿cuánto tiempo más pasaría en ese tormento? ¿a quién más perdería en el proceso? Nadie está a salvo, ni siquiera los mismos vence...