El sonido de los autos al pasar en la carretera, hacía eco en la pequeña colonia pintoresca, los rayos del sol provocaba que hasta el más destapado rogara que anocheciera pronto. Los niños de las casas vecinas jugaban en los patios corriendo, riendo y gritando. Las familias terminaban de limpiar sus casas y las jóvenes madres preparaban la comida para pronto sentarse a disfrutar de los alimentos. Todo era calmado. Hasta que un fuerte portazo termino con esa tranquilidad, los niños dejaron de jugar y algunas personas curiosas del ruido dirigieron su vista hacia el lugar. Una pareja, joven, un chico y una chica. La chica de cabello marrón oscuro había sido la causante del portazo que termino con la tranquila tarde, sus ojos violeta mostraban un enojo claro asustando a los pequeños que estaba cerca. Sus piernas se movían rápidamente en un intento apresurado de salir del lugar.
-¡Espera! – la puerta de hace un momento volvió a ser abierta dejando ver a un chico de cabello plateado y ojos color negro profundo; claramente agitado y molesto - ¿A dónde vas? – le grito a la chica que salía del patio. Esta simplemente le ignoro y siguió con su trabajo de salir del lugar. El chico se alejó del marco y corrió en dirección a ella, una vez que se acercó lo suficiente tomo su brazo en un intento de detenerla – Escarlet.
-¡No me toques! – dijo tirando de su brazo para que la soltara.
-¿Qué estás haciendo?.
-regreso a casa, ¿Qué no lo ves?.
-¿Por qué actúas así?
-¡¿Qué porque actuó así?! – Dijo elevando la voz – ¡¿me terminas y preguntas el por qué?!.
-solo quiero que hablemos como personas civilizadas.
-si, es buena idea...pero, hablaría contigo, ¡si al menos me dieras un explicación de esto! – los vecinos miraban la escena de la ahora ex-pareja – no entiendo....no tiene sentido.
-....es...complicado.
-¿complicado?, primero me empiezas a ignorar, después ya no tienes tiempo para mi...y ahora vienes y me terminas...-solto una sonrisa irónica – cierto es muy complicado...si al menos me lo explicaras, tal vez podría entenderlo – dijo mirándolo y esperando una respuesta.
-yo...lo siento – suspiro y solo la vio – solo quiero que seas feliz, perdón por haberte hecho perder tu tiempo.
-¿es lo único que vas a decir?.
-lo siento – el chico se dio vuelta para regresar a casa.
-bien, si eso es lo que quieres – tomo aire - ¡haz lo que quieras Alex! – dio vuelta y salió corriendo del lugar.
-¡¿Qué es lo que ven?! – grito Alex al ver que los vecinos espiaban - ¡¿Qué no tienen más cosas que hacer?! – Dijo para después entrar a casa haciendo un gran estruendo con la puerta – ¡maldición! – grito al golpear la pared en un intento de sacar toda su frustración - ¿Por qué tenía que pasar esto?, las cosas iban tan bien – en ese momento el sonido del celular retumbo - ¿Escarlet? – contesto inmediatamente.
-Te dije que solo eres mío.
-Tu...¡todo es tu culpa!.
-¿mi culpa? – una risa se escuchó al otro lado de la línea –te equivocas mi amado...tú tienes toda la culpa, tenías que verla a ella cuando yo estuve siempre ahí, pero no te preocupes, ahora que le dejaste todo en claro a esa tonta ya nadie nos va a molestar, podemos estar juntos sin su horrenda presencia.
-tú no eres nada de lo que es Escarlet, jamás podría amarte como la amo a ella, estas enferma.
-eso duele, aun niegas el amor que me tienes, eres muy lindo cuando actúas tímido Alex.
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Memorias de amnesia.
RomanceAmenazas y acosos pueden terminar con las historias de muchos, así como una tormenta puede dar el inicio a una perdida...o tal vez a un comienzo. Uno no sabe que la verdad puede comenzar con una amnesia.