La lluvia seguía a todo lo que daba al igual que el sonido de los truenos. Una castaña se encontraba en el sofá de la sala y sus ojos podían verse claramente hinchados después de tanto llanto. El sonido de la lluvia en muchas ocasiones le había parecido relajante pero en ese momento solo quería que parara.
Abrió los ojos y lo único que pudo notar fue la oscuridad de la habitación. Sintió el frio de haberse quedado dormida en el sofá. Se levantó un poco y logro sentarse en este.
-la una veinte – esa era la hora que marcaba el teléfono – ya es muy tarde – reviso el registro de llamas pero no había ninguna señal de él; una parte de ella esperaba que marcara.
Dejo el teléfono a un lado y se puso de pie, se estiro un poco y encendió la luz de la sala. Se acercó a la venta e hizo a un lado la cortina; hacia mucho que no tenían lluvias de esas.
-me veo fatal – la ventana era como un espejo, la reflejaba y podían notar como su rostro estaba marcado por las lágrimas – tal vez deba darme un baño.
Se alejó de la ventana y decidió subir al baño dejando el teléfono abajo. Subió las escaleras lentamente.
Pero en ese momento el teléfono comenzó a sonar.
Se detuvo a la mitad de las escaleras y vio el teléfono vibrar en la mesa de centro. Era tarde, nadie marcaba a esas horas; tal vez era una emergencia. Regreso rápidamente y tomo el teléfono entre sus manos hasta que vio el nombre de la persona en la pantalla.
-...Alex.
El teléfono sonaba mientras parpadeaba y mostraba el nombre del chico. Escarlet dejó escapar un suspiro.
"¿Por qué marcas ahora?" pensaba mientras observaba el teléfono.
Coloco su dedo en la opción de colgar, solo debía presionar y todo habría acabado. Pero una parte de ella no deseaba hacerlo...tal vez....tal vez le daría la explicación que había pedido.
-o tal vez no.
Luchaba internamente por saber parte de ella escuchar, el tiempo pasaba y pronto la llamada dejaría de entrar.
-soy débil –la parte que quería hablar con Alex venció y tomo la llamada - ¿Alex?.
Al otro lado se podían escuchar los truenos de la lluvia, pero no lograba escuchar respuesta del chico.
-...Alex...¿estás ahí?.
Un fuerte golpe se escuchó del otro lado de la línea.
"¿Qué fue eso?".
Escarlet se pegó al teléfono y tapo el otro oído en un intento de que la lluvia la dejara escuchar lo que pasaba al otro lado.
-te dije que solo eras mío.
-estás loca.
Esa era la voz de Alex...pero había otra voz...¿una mujer?.
-te vez aún más lindo cuando estas nervioso...y cuando no hablas...¿Qué pasaría si quedas mudo?.
Un escalofrío atravesó a Escarlet, el tono de la persona al otro lado la había alertado.
-pero ya no me dirías cosas lindas – hubo un silencio – pero...dejarías de decir el nombre de esa bruja.
-Escarlet no es ninguna bruja.
-¡Deja de decir su nombre!.
Un grito se escuchó desde el otro lado a la vez que también había logrado escuchar un quejido.
-¡Alex! – Grito al teléfono - ¡¿Alex estas bien?!, ¡Responde!.
Sentía su corazón agitado por el miedo. Hubo silencio del otro lado...hasta que llego el sonido de unos pasos acercándose.
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Memorias de amnesia.
RomanceAmenazas y acosos pueden terminar con las historias de muchos, así como una tormenta puede dar el inicio a una perdida...o tal vez a un comienzo. Uno no sabe que la verdad puede comenzar con una amnesia.