Interacciones

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Jimin se dejó caer sobre el pecho de su alfa el medio de un suspiro.

—Estoy tan cansado... —se acomodó mejor sobre su esposo a la vez que sentía pequeñas caricias que generaban suaves ronroneos.

—Debes tomarte un tiempo, amor... los niños pueden ayudarnos con Jihyo.

—Lo sé pero mi lobo no estaría tranquilo si dejo a mis bebés.

—Jim, no los estarías dejando, solo debes descansar o el estrés será demasiado.

Jungkook besó suavemente entre sus cabellos, deleitándose con el aroma de la lavanda entrelazándose con el suyo propio.

Su omega estaba fatigado, estaban siendo unos meses muy duros en dónde toda la casa estaba sumamente revolucionada.

La fiesta de graduación de los mellizos era hoy en la tarde, por lo que todo el tema de la compra de trajes y vestidos había sido una tarea increíblemente exhaustiva.

Jaehyun se había decantado por un traje rosa en satén, todo esto junto a un par de botines. Jongsoo, por otro lado, había optado por un traje a juego pero con pequeñas flores y sus amadas botas doradas.

Jimin, en cambio, vestía un suave pantalón acampanado con una playera en color manteca y Jungkook un traje de dos piezas gris oscuro. Jiyeon, un mono de dos piezas largo en negro y Jihyo un diminuto vestido de brillitos rosados.

Toda la familia estaba abocada a dicho evento. Jaehyun corría nervioso por toda la casa intentando terminar de prepararse, Jongsoo, sin resultado alguno, trataba de tranquilizarlo.

—Mami, necesito tu ayuda —Jaehyun entró a la habitación de ambos luego de golpear levemente la puerta.

Jimin suspiró suavemente para que su hijo no lo notara y luego se giró con una sonrisa en su rostro, la mejor que pudo fingir.

—Dime, amor.

—No sé que hacer con mis rizos... están indomables —lloriqueó el omega menor.

Jungkook sonrió de lado antes de apretar las caderas de su propio omega levemente e intervenir en la conversación.

—Yo puedo ayudarte con eso, dejemos que mamá descanse un poco más.

Padre e hijo, ambos con los mismos rizos, se encaminaron a uno de los baños para intentar controlarlos.

Jimin se sentó contra la cabecera de la cama sumamente fatigado. Pronto Jihyo comenzó a llorar haciendo que el naciente dolor de cabeza incrementara. De igual forma, la tomó entre sus brazos a sabiendas que lo que su hija tenía era hambre. Desabrochó su sostén especial, bajó su playera y enseguida Jihyo estaba bebiendo. Era doloroso en un principio pero luego de cuatro hijos la costumbre ya había hecho de las suyas.

Paseó su dedo de arriba a abajo por la pequeña curvatura que la nariz de Jihyo formaba. Era una niña preciosa, más de uno se lo había recalcado, pero en el caso de que nadie se lo hubiera dicho, para él sus hijos siempre serían los seres más bellos del planeta.

No había forma de no caer por un Jeon-Park, cada uno de ellos no era solamente atractivo físicamente sino que tenían sus pequeños detalles que los hacían únicos, y al fin y al cabo de eso se trataba, de saber apreciar la belleza interna. Lo físico termina quedando obsoleto con el pasar de los años.

A los poco minutos Jihyo ya estaba satisfecha y una vez cambiada y en su vestido, Jimin la dejó con alguno de sus hermanos para poder vestirse él mismo.

Jungkook había logrado solucionar la situación de su hijo omega por lo que ahora acompañaba a su esposo en la habitación. Jimin le acomodó el traje antes de pararse sobre las puntas de sus pies y dejar un suave beso en sus labios.

¿se agranda la familia? 𐙚 kookmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora