Capítulo 6

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La habitación era magnífica, Franky se había superado a sí mismo, realmente había hecho la habitación más estupenda de todas. Nadie se imaginaría que una habitación que hace unos meses se utilizaba para guardar material de limpieza/herramientas/ropa que no cabía en los armarios, ahora era un dormitorio increíble.

Movió algunas herramientas de sitio, puso algunos materiales de limpieza por ahí, rehizo una pared por allá y consiguió hacer una super habitación.

Colocó tres soportes de madera de adam bien adornados para las espadas de Zoro, hizo un armario muy grande para que la pareja lo compartiera, aunque sabía que estaría ocupado en un 99,9% por los trajes de Sanji y en un 0,1% por las tres prendas de Zoro. También construyó una gran estantería de libros que Usopp pintó a mano con rizos dorados para que Sanji pudiera leer antes de dormir. La habitación también tenía una zona de espejos y una colchoneta para que Zoro pudiera practicar sus movimientos de lucha cuando el nido de cuervo estuviera ocupada o él no pudiera dormir. En el centro de la habitación, una gran cama con un colchón alto y un cabecero que Usopp y Chopper pintaron a mano (y a pezuñas) en tonos azules y verdes, en la pared de encima de la cama había un espacio reservado para colgar la foto de la boda, y en la pared lateral había fotos de todos ellos además de la pareja, pósters de se busca y dibujos que Luffy se empeñaba en colgar allí. En la pared opuesta a la zona de entrenamiento de Zoro, había un escritorio bien provisto de papel y tintas para que Sanji escribiera, cosa que al cocinero le encantaba hacer. Además de una lámpara de conchas marinas que Robin compró para el dormitorio de la pareja, un precioso juego de cama azul oscuro, cortesía de Nami.

Y a medida que pasaban los días, Sanji y Zoro estaban cada vez más seguros de lo que realmente querían.

Será hermoso, está seguro de ello. Va a ser hermoso pase lo que pase porque va a tener el doble honor de casarse con el amor de su vida y de que la unión sea oficiada por su capitán. Va a ser bonito porque el Sunny es su casa, es el mayor sueño de Franky, y dentro de unos días el Sunny acogerá una boda. Por fin han limado algunos detalles de la ceremonia, y la boda está más cerca que nunca.

Sabe lo importante que es para su cocinero, lo importante que es celebrar una boda en el Sunny, con sus amigos, en el océano.

Han pensado en organizarla atracados, pero Sanji realmente necesitaba oír las olas al decir sus votos... Y en cuanto a Zoro, realmente no sabía que debía recitar votos.

Ha insistido mucho en lo de no llevar traje, hasta el punto de que Sanji cedió y accedió a que llevara un montsuki, el atuendo tradicional de su pueblo. Aunque prometió llevar un traje completo en su primer aniversario. Y Sanji también había cedido a la tradición del sake que Zoro mencionó una vez. La cosa es que Zoro nunca había hablado de su propia cultura o de las tradiciones de su tierra natal, así que Sanji no podía decir que no. Y además, el espadachín está muy guapo con ese montsuki. Y con esa parte resuelta, Sanji y su siempre obsesiva mente saltaron a lo siguiente, la comida.

"WOW. Eso es MUCHO pastel. ¿Para qué es todo esto?"

Sanji es un tipo peculiar, perfeccionista, obsesivo... Y siendo cocinero y a punto de casarse, había decidido que era el momento de empezar a decidir el menú.

"Hice muestras de todos los pasteles que recordaba, para ayudar a decidir cual hornear para nuestra boda" respondió Sanji demasiado rápido y sin mirar al espadachín, demasiado ocupado decorando con una manga pastelera en otra muestra de pastel. "Prueba el del plato azul, mon amour, creo que te gustará" le señaló el cocinero, viendo por el rabillo del ojo la enorme figura de su prometido sentado a la mesa y comenzando a degustar el pastel.

Zoro no es el mayor fan de los dulces, y definitivamente no es el que quiere la perfección en forma de pastel para el día de su boda, pero la experiencia le ha enseñado que Sanji hornea frenéticamente cuando está ansioso, y que el rubio no debe ser interrumpido o enfadado cuando está en ello. La vida le ha enseñado que puede perder un diente si se equivoca en esta regla.

Nos Vemos En El Altar - ZosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora