Por favor, sé mi novio 🎀✨ || Kook Min || Adaptación

🎀Capítulo 13. ¿Romántico?🎀

Hyung-Sik y Shin-Hye se relajaban en casa mientras miraban televisión, ambos disfrutaban de su tiempo juntos sin la presencia de sus hijos.

— Es pacífico cuando no están en casa. — dijo Hyung-Sik mientras miraba a su alrededor.

— Pero la casa también se vuelve silenciosa cuando no están. — dijo Shin-Hye.

— Bueno, este es el momento de relajarnos, quiero estar cerca de ti. — dijo Hyung-Sik, abrazando a su esposa.

Hyung-Sik y Shin-Hye disfrutaban de su tiempo a solas, ya que Hyung-Sik no trabajaba ese día, quería estar con su esposa y tener intimidad con ella.

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Ji-eun se encontraba sola en clase, no sabía el porque sus amigas habían empezado a evitarla.

— ¿Qué les pasa? Desde que termine con Kai han sido frías conmigo. Anteriormente, las cuatro éramos amigas cercanas. — dijo Ji-eun hablando sola.

La pelinegra vio a sus cuatro amigas y emocionada se acercó a ellas.

— Oigan, ¿de dónde vienen? ¿Por qué no me invitaron? 

Las cuatro chicas la ignoraron y se dirigieron a sus asientos. Ji-eun se acercó a ellas.

— ¿Hice algo mal? Desde ayer me han ignorado. — les preguntó.

— Ya no te necesitamos, así que vete de aquí. — dijo Si-hyeon con sarcasmo.

— Si, no queremos que tú hermano venga y nos cobre el dinero que nos diste.— dijo You-Rim mirando a la pelinegra fijamente.

— No te preocupes, eso no pasará. Las cuatro somos amigas, ¿No?

— Nunca te vimos como una amiga. De ahora en adelante nosotras ya no tenemos ninguna relación. — dijo Si-hyeon alejando a Ji-eun.

Ji-eun se sintió muy triste al ser tratada así por alguien a quien consideraba una amiga. Contuvo sus lágrimas para que no salieran, se sentó en su silla sintiéndose triste, después de que Kai la dejó, ahora ellas también lo hacían.

No mucho después, Soo-bin llegó a la clase trayendo la comida favorita de ella.

— Esto es para ti. — le dijo mientras le daba comida a Ji-eun.

— No es necesario, Soo-bin. ¿Por qué eres bueno conmigo? ¿Hay algo que quieras de mi? — dijo sin poder contener las lágrimas.

— Ji-eun, ¿por qué lloras? Dime quién pasa. — dijo Soo-bin, sintiéndose preocupado cuando vio a la pelinegra llorar.

— Definitivamente quieres aprovecharte de mí, ¿no? — dijo la pelinegra mientras sollozaba.

— Ji-eun, hemos sido amigos desde secundaria, ¿alguna vez he intentado aprovecharme de ti? — dijo Soo-bin, cada vez más preocupado por la pelinegra.

— Eres mi único amigo. — dijo, abrazando a Soo-bin mientras lloraba.

— Eres mi mejor amiga, así que deja de llorar, Ji-eun. — le dijo, abrazándola con fuerza mientras frotaba su espalda.

— No me dejes nunca, Soo-bin. — dijo mientras se secaba las lágrimas.

— Nunca te dejaré a menos que tú me pidas que me vaya. — le dijo mientras le frotaba la cabeza.

— Prometelo. — dijo Ji-eun soltándose de su abrazo y levantando el dedo meñique.

— Lo prometo. — dijo Soo-bin enlazando su dedo meñique con el de la pelinegra.

Ji-eun se secó las lágrimas que seguían saliendo, Soo-bin le dio un pañuelo.

— Usa esto. — le dijo, entregándole un pañuelo rojo.

— Gracias, Soo-bin. — dijo recibiendo el pañuelo.

La pelinegra usó el pañuelo secando lágrima por lágrima con el.

Soo-bin no dejaba de preguntarse quién había hecho que Ji-eun llorara de esa manera.

— Dime, ¿Qué pasó? — pregunto Soo-bin.

— No puedo hablar de eso aquí. — dijo, mirando a sus amigas quienes la miraban fijamente.

Soo-bin se dió cuenta de que Si-hyeon y sus amigas fueron quienes habían hecho a Ji-eun llorar así. No entendía por qué hicieron eso, tal vez porque Ji-eun era muy noble y siempre era fácil aprovecharse de ella.

— Ji-eun, ya no necesitas ser amiga de ellas cuatro, puedes ser solo mi amiga, déjalas en paz. — dijo Soo-bin, mirando sarcásticamente a las cuatro.

— Gracias por ser mi amigo, Soo-bin. — dijo, conmovida.

— Deja de llorar. — le dijo limpiando las lágrimas de la pelinegra.

Ji-eun se sintió feliz y agradecida porque había conocido un amigo que siempre estaba ahí para ella.