"Sugary"

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Caminaba, Ranpo solo caminaba, con Kenji a su lado, ambos con impermeables, la lluvia no paraba pero había reducido su intensidad, estaba distraído pensando en que ordenar para la noche, su rival le comunicó que serían postres vip, seguramente serían exquisitos ¿Tendrán pastel de tres leches? Pues claro, eso lo sirve cualquier pastelería o cafetería, al ser una franquicia extranjera seguramente servirían postres más exóticos, entonces, recordó por ahí haber escuchado la palabra "Oro comestible" le daba curiosidad su sabor y que generalmente se utilizar en el área repostera "¿Acaso estaría en el menú?" pensó, "No sería muy exigente pedircelo a Poe ¿Verdad?" se volvió a preguntar, y no, claro que no, Poe le compraría es establecimiento entero si Ranpo se lo pide pero por lo general al detective no le gusta gastar fuertes motos de dinero, o almenos no se a acostumbrado del todo.
Estuvo pensando un buen tiempo sin importarle el alrededor.

-Ranpo-san ¿A dónde vamos?

-¿Eh?-Salió de su burbuja de pensamientos.

-Creo que ya dimos 3 vueltas a la misma cuadra, aunque no pueda ver mucho por la niebla puedo reconocer este árbol, ya lo vimos 3 veces.

Ranpo paró su caminar, miró a su alrededor, su sentido de orientación no es el mejor y si le sumamos la niebla de ese día, la cual por cierto había aumentado, esta completamente desorientado.

-Kenji, ya no se donde estamos.

-Yo tampoco, pero se que no estamos muy lejos de la agencia, puedo reconocer la flora del lugar, además, ¡No es problema!-Sonrió alegremente-Podemos preguntarle a las personas de nuestro alrededor

-Kenji, no hay nadie.

-Oh.

-Que incomodo

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-Que incomodo... -Susurraba el escritor.

-¿Sucede algo caballero?-Preguntó una azafata.

-¿Eh? No, no, todo está bien, excelente.

La azafata se fue, dejando al escritor solo en su asiento de primera clase.

Poe se limitó a suspirar, estaba solo en la primera clase, no literalmente, pues otras 3 personas viajaban con el, personas mayores que no conocía y al parecer tampoco se conocían entre ellos pero sorpresiva mente se llevaban bien, riendo y conversando.

Esto de cierto modo le incómodo, pues no terminaba de concertrarse para escribir su más reciente novela, además de que su asiento no era adecuado para dicha tarea auto asignada, no tenía mesa o apoyo para escribir y no había tenido el valor de pedirle a alguna azafata una mesita o algo parecido, por lo que estaba tratando de escribir sobre su regazo lo cual era incómodo, además de sumarle las ligeras turbulencias del avión qué no ayudaban.

Fue el penúltimo integrante del Gremio en regresar a Japón, tuvo que quedarce más tiempo que sus compañero junto a su Jefe (El cual por cierto seguía en América para disfrutar su viaje, por lo que tuvo que regresar solo a Japón) debido al arreglo de algunos plano y al ser maestro arquitecto, era su deber coordinar, planificar, e innovar el proyecto, llevandole días de trabajo, además de no poder realizar todas sus novelas planeadas en ese tiempo por prometerle a Ranpo dormir más temprano.

POE EL ROBA HIJOS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora