𝐊𝐎𝐎𝐊𝐓𝐀𝐄 | En las alianzas de su matrimonio, Taehyung y Jungkook tejieron sueños y promesas, creyendo ciegamente en que su union sería para la eternidad.
Jungkook, un hombre reservado y profundamente inmerso en sus objetivos y metas de vida...
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La habitación era pequeña y modesta, con un eco suave de la risa de niños que alguna vez llenaron el aire. Taehyung se encontraba frente a una colección de zapatitos de bebé en una tienda local, cada par más diminuto y adorable que el anterior. Su mano temblaba ligeramente mientras seleccionaba un par de botitas azules, acariciándolas contra su mejilla antes de colocarlas en su cesta. Sacó su celular y grabó un breve video, su voz suave pero clara.
"Mira lo que encontré hoy para ti, mi amor. No puedo esperar para verte en ellos," murmuraba, intentando tejer un tapiz de alegría y expectativa para el niño o niña que aún no conocía.
Más tarde, se dirigió con la emoción creciente en su pecho a la clínica para poder tomar su primera ecografía acompañado únicamente por su mejor amigo Ha Minjae, lo conoció desde hace cinco años en la universidad junto con Jimin, y desde entonces los tres se habían vuelto buenos confidentes.
¡Por fin podría ver a su bebé!
Al reparar en la sala de espera a mujeres y donceles acompañados con sus parejas quienes los atendían y mimaban viendo que no tengan ninguna dolencia, no pudo evitar sentir una parte de su corazón desgarrarse, la soledad comenzaba a calarle hasta lo profundo de su alma, peor aún con las hormonas disparadas. Varias punzadas de dolor lo invadieron como avispas puesto que este momento se suponía debía vivirlo con su marido a su lado, como toda persona que está en cinta... No solo.
Pero la vida parecía no ser justo con él.
Y es que ¿Cómo decirle a alguien que no tiene tiempo para escuchar?
Luego de unos minutos de espera, lo llamaron e ingresó a la consulta disipando la zozobra de su interior, enfocándose únicamente en su bebé, en su niño.
Minjae, con su traje impecable y una amabilidad que nunca fallaba con él, sostenía su mano mientras la pantalla cobraba vida con la primera imagen de su hijo. El sonido del corazón de su bebé llenaba la sala, un torrente de vida que se suponía debía ser compartido con Jungkook. Taehyung grabó cada momento posible, su rostro una mezcla de alegría y una tristeza profunda, sabiendo que Jungkook no estaría interesado en ver los videos...
"Su bebé tiene buenos signos vitales en sus ocho semanas de gestación" dijo la doctora. "Muchas felicidades, señor Jeon, su esposo seguro está feliz con esta noticia".
«El padre ni siquiera tiene tiempo para nosotros» sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas en el momento en que su cerebro evocó la cruda verdad.
"Si, lo está" mintió con una sonrisa de labios cerrados, recibiendo el apretón en su mano en forma de consuelo de su mejor amigo que lo veía con pesar, estando al tanto de la situación.
"Apuesto a que será el bebé más lindo del mundo porque se parecerá a ti" comentó Minjae limpiándole una lágrima solitaria, tratando de subirle el ánimo.
Taehyung asintió melancólico por las hormonas, le dio una mirada brillosa.
"Mi bebé va a ser tan amado, nuestro amor será muy grande" susurró, mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas, no de felicidad, sino de un dolor solitario que compartía en silencio con Minjae, quien ofrecía palabras de consuelo pero que no podía llenar el vacío dejado por Jungkook...
