𝐊𝐎𝐎𝐊𝐓𝐀𝐄 | En las alianzas de su matrimonio, Taehyung y Jungkook tejieron sueños y promesas, creyendo ciegamente en que su union sería para la eternidad.
Jungkook, un hombre reservado y profundamente inmerso en sus objetivos y metas de vida...
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En el imponente rascacielos de cristal y acero, el silencio de la lujosa oficina de Jungkook fue interrumpido abruptamente por el sonido de la puerta. Mark, entró con una expresión de pena, portando un sobre en su mano.
"Señor Jeon, ha llegado una notificación de una notaría" informó extendiéndole el sobre.
Jungkook, con una mirada de desconcierto, lo tomó. No esperaba ninguna comunicación legal, menos en un día cargado de juntas directivas. Al sacar los documentos, la primera palabra que captó su atención fue «Divorcio». Su vista se nubló, su cerebro parecía desconectarse del resto del mundo mientras sus ojos recorrían rápidamente las líneas donde el nombre de Taehyung aparecía como el demandante.
"¿Pero qué mierda?" murmuró para sí mismo, su voz un susurro casi inaudible.
«Es esto debido a que casi no lo vi toda la semana anterior. Ahora Taehyung recurre a esto para llamar mi atención. Ja» pensó para sus adentros, mofándose, aunque no fuera divertido.
Mark observaba a su jefe con una mirada cargada de un reproche no dicho.
"La citación del juzgado es para hoy, en una hora" añadió, su tono era el de quien da una mala noticia inevitable.
Jungkook levantó la vista, sus ojos encontraron los de su secretario. La incredulidad y el enojo fluían de él como una corriente eléctrica.
"¿Una hora? ¿Estás bromeando?" su voz se elevó, mezcla de furia y confusión.
"No lo es, señor. ¿Quiere que me comunique con su abogado ahora mismo?" preguntó Mark, su voz firme a pesar de la tensión palpable.
Jungkook asintió, pasando una mano frustrado por su cabello, desordenándolo aún más. Se dejó caer en su silla, reparando los papeles dispersos sobre el escritorio como si pudiera cambiar el contenido de ellos si los miraba lo suficiente.
"Sí, llama a Yugyeom. Dile que se reúna conmigo directamente allá. Esto... esto no puede estar pasando, debe ser una jodida broma" su mano arrugó con rabia desmedida el papel en su mano, su voz era un torbellino de emociones, desde la ira hasta el desconcierto.
Mark asintió y salió de la oficina rápidamente para hacer lo mencionado.
Jungkook, mientras tanto, intentaba procesar toda esta maldita situación. Su mente era un caos de dudas y preguntas.
¿Cómo habían llegado a este punto?
Recordaba las veces que Taehyung había intentado hablar con él sobre sus caprichos, pero este siempre lo molestaba cuando había algo más urgente, un negocio o una reunión.
«¿Acaso no vio cuánto estaba trabajando para nosotros?» pensó, su mente luchando por justificar su comportamiento sin él saberlo.
Sin embargo, la dura verdad comenzaba a hacerse evidente. Su subconsciente le gritaba que había ignorado a la persona más importante en su vida, asumiendo que siempre estaría allí, sin importar cómo la tratara, pero Jungkook callaba tales pensamientos en el fondo de su mente, queriendo buscar soluciones para todo este desastre.
