Aturdido, Jungkook observaba la vida cotidiana desplegarse fuera de la ventanilla de su auto. El semáforo se mantenía en rojo, un duro recordatorio de su reciente parálisis emocional. Mientras parejas compartían pequeños momentos de conexión en la calle, Jungkook se veía a sí mismo reflejado en cada interacción perdida, en cada sonrisa que no había compartido con Taehyung.
Mark observaba a su jefe desde el asiento delantero. Había enviado el mensaje cancelando la reunión, pero sabía que no era el trabajo lo que realmente turbaba a su jefe.
"¿Quiere que lo contacte, señor? Puedo intentar hablar con su abogado" ofreció, evitando cruzar miradas por el espejo retrovisor.
"No. Esto debo hacerlo yo mismo. Llévame a casa" respondió Jungkook con voz rasposa, apenas audible sobre el zumbido del tráfico.
Mientras el auto reanudaba la marcha, él se hundía más en sus pensamientos, repasando cada momento, cada decisión que había tomado a lo largo de su vida. Había querido darle a Taehyung el mundo, pero en su ambición, había olvidado darle lo que realmente necesitaba: su tiempo, su presencia, su amor incondicional.
La imagen de Taehyung dejando el anillo de bodas en su mano aún quemaba en su mente, cada detalle de su expresión, la mezcla de desilusión y determinación en sus ojos, lo atormentaba. Se preguntaba cómo había podido ser tan ciego, cómo había podido priorizar todo menos lo que realmente importaba.
El peso de la argolla en su bolsillo parecía arrastrarlo hacia abajo, un recordatorio físico de su fracaso.
¿Cómo pude fallarle de esa manera?" se cuestionaba una y otra vez.
Recordó las veces que Taehyung intentó hablarle, las cenas interrumpidas por llamadas de trabajo, los momentos en que este necesitaba su atención y él la desvió hacia un contrato o una reunión. El remordimiento crecía dentro de él como una tormenta, oscureciendo cada pensamiento con nubes de culpa y dolor.
"Debí escucharlo" se lamentaba. "Debí ver el dolor en sus ojos" la revelación del embarazo y su pérdida fueron un golpe arrollador, la culminación de todos sus errores.
«Debí... Debí... Debí...» esa palabra se repetía en bucle en su cabeza.
Taehyung había estado solo en su momento más vulnerable, y él había estado ausente, perdido en su propio mundo de cifras y codicia.
Ahora, mientras el auto se detenía frente a su casa, Jungkook sabía que enfrentaría la tarea más difícil de su vida: intentar reparar el daño irreparable, sabiendo que quizás ya era demasiado tarde. Pero estaba determinado a intentarlo, a mostrarle a Taehyung, si aún era posible, que podía ser el hombre que siempre esperó que fuera.
Cuando estaba desabrochándose el cinturón de seguridad, su corazón dio un vuelco al ver a través del cristal. La figura de Taehyung estaba allí, cerrando la puerta de lo que había sido su hogar compartido. Una pequeña maleta en su mano.
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It All Fell Down | KookV
Roman d'amour𝐊𝐎𝐎𝐊𝐓𝐀𝐄 | En las alianzas de su matrimonio, Taehyung y Jungkook tejieron sueños y promesas, creyendo ciegamente en que su union sería para la eternidad. Jungkook, un hombre reservado y profundamente inmerso en sus objetivos y metas de vida...