Hyunjin ya se encontraba demasiado desesperado. Los mensajes no le llegaban a Jeongin, clara señal de que su teléfono estaba muerto o apagado.
—Tranquilo, Jeongin no tiene tendencias suicidas. Cuando quiere desaparecer lo hace y ya, volverá cuando quiera ser encontrado. Vuelve a casa, si sé algo de él, te avisaré —exclamaba Minho en el último llamado con Hyunjin.
El castaño se sentía como la mierda, su corazón preocupado y compungido dentro de su pecho. Necesitaba saber que Jeongin estaba físicamente bien, porque emocionalmente se encontraba claramente perturbado. Pero no le quedaba más que volver a su apartamento y esperar.
Cuando dejaba su auto estacionado y se cruzaba algún que otro inquilino pidiéndole favores y haciéndole observaciones, Hyunjin entraba suspirando cansado y agotado, física y mentalmente.
—¿Por qué tardaste tanto? —la voz de Jeongin lo hacía saltar del susto.
La mano en su pecho deteniendo los latidos de su corazón y su respiración levemente agitada. Sus ojos buscaban la imagen de Jeongin en su apartamento y lo encontraba envuelto en una manta sobre el sofá. No había encendido las luces ni nada, sólo se hallaba allí algo despeinado.
—¿Hace cuánto tiempo que estás aquí? —susurraba Hyunjin sorprendido, encendiendo una de las luces de la sala.
—Desde que salí de mi casa —añadía con inocencia—. Te dije que quería venir contigo y me adelanté —decía en un puchero.
Dios, Hyunjin sentía que el alma le volvía al cuerpo, dejando sus zapatos a un lado y las llaves de su auto se acercaba a un Jeongin que le hacía espacio en el sofá y se atrevía a acunar su rostro.
—Me asustaste. A todos, te estuve buscando la última hora.
Jeongin parpadeaba, su rostro se sentía cálido y estaba seguro que sus mejillas lo habían traicionado una vez más.
—¿Te preocupaste por mí?
—Por supuesto que lo hice. Tu madre salió gritando tu nombre y todos quedamos preocupados. Le prometí que te encontraría. ¿Qué sucedió?
Jeongin mordía su labio inferior y rodaba sus ojos, alejándose de las cálidas manos.
—Sucedió que estaba demasiado ebrio y le hablé mal a mi madre —susurraba—. También a Lee.
Hyunjin aspiraba fuertemente y dejaba salir el aire por sus fosas nasales.
—¿Quieres hablar de eso? —susurraba su pregunta.
Jeongin lo miraba con ojos brillantes y apretaba sus párpados luego para evitar llorar frente a este hombre. Dios, que lo condenarán si lloraba frente a Hyunjin ahora.
—De acuerdo, podemos ver televisión o jugar algo ¿Qué dices? —soltaba Hyunjin con dulzura, sin presiones.
Este tipo era único, Jeongin sabía eso.
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JUNE 28 [ hyunin ]
Fiksi PenggemarYang Jeongin lleva una relación de cinco meses y monedas con su bonita y despampanante novia, pero su amistad de más de diez años con Lee Minho, su descarado amigo gay y una invitación camuflada a la marcha del orgullo LGBTQ+ lo ponen en una inesper...