Desde ese día, El principe Zuko siempre encontró más y más excusas para salir del palacio. Para salir a dar un paseo con su madre, tomar descansos después de los arduos entrenamientos, escapar un rato de Azula y sus amigas Ty lee y Mai... Etc.
____ se había vuelto una especie de Experiencia que lo motivaba a hacerse más fuerte. Él quería poder proteger esa sonrisa, y la de las personas que quería. Necesitaba hacerse fuerte, Tener el coraje para enfrentar su destino con valor.
— Principe Zuko, porqué siempre termina volviendo cuando se supone que no debe? - Ella pregunto, Sentada sobre sus rodillas bajo un Manzano que estaba plantado a las afueras de la capital. Su mirada estaba fija en la muñeca de trapo a la cual estaba peinando.
Eso le hizo fruncir el ceño al joven príncipe. Se acercó y se sentó a su lado, Haciendo pucheros y rabietas. Los guardias que lo cuidaban desde la distancia habrían podido notar el sonrojo en sus mejillas de no ser por la sombra de las frondosas hojas que les ofrecía el manzano.
— Ya te he dicho muchas veces que no hace falta que me digas príncipe. Somos amigos, los amigos no se tratan con formalidades. - Zuko se quejo, viendo a ___ reír ante su reclamo. El frunció aún más el ceño, Sintiendo una pequeña molestia por no ser tomado en serio. — oye! No te rías, lo digo de verdad! -
— No me río porque no te tome en serio, Solo que no es tan sencillo como crees, Zuko. No soy una noble ni mucho menos, Si vieran a una niña de clase media hablando con tanta confianza con el principe de la nación del fuego, Sería un escándalo para ti. - ___ Le respondió con ese pensamiento que ya había reflexionado varias veces. Su abuela siempre le decía que no debía negarse a la amistad del Principe, Pero que debía ir con cuidado si no quería que los dos se vieran afectados.
— ¿y a mí que me importa lo que vean o piensen los demás? Somos amigos. Yo te quiero y tú me quieres! ¿O no? - El exclamó con simpleza, Inocente del doble sentido de sus palabras. Fijó su mirada en las nubes que corrían en el cielo azúl, junto a un sol radiante y cálido.
— Yo te quiero, y estoy segura de que tú también me quieres. - ella le respondió, tomando a su muñeca entre sus manos y poniéndola contra la mejilla de Zuko, Simulando un beso. — Mary también te quiere mucho. - ___ río, Viendo como Zuko se giraba con una expresión avergonzada y una pequeña risa.
— ya lo sé, yo las quiero a las dos por igual... Aunque tal vez un poquito más a Mary. - el pelinegro bromeó, soltando una carcajada al ver la reacción fastidiada de la oji verde.
— ya no es gracioso, no me gusta este juego. - Ella desvío la mirada, fingiendo estar enojada al cruzarse de brazos. Cuando Zuko intento acercarse, Recibió una pequeña Roca en la frente como respuesta
— Auch! Solo estaba jugando! - Los dos rieron, para luego escuchar a los guardias llamar a Zuko diciendo que era hora de volver al palacio. — no me quiero ir todavía... - Murmuró él con pesar, fijando la mirada en la hierba bajo sus pies.
— ya nos veremos mañana, no te preocupes. Podemos entrenar! Y puedes mostrarme ese movimiento que me dijiste que aprendiste - ___ sonrió, contagiando le la sonrisa al instante a Zuko.
— si, tienes razón. Adiós ____, nos vemos mañana! - el se levantó y limpio la tierra de su ropa. Si su padre lo llegaba a ver mínimamente desaliñado, seguramente lo castigaría o le diría algo sobre que Azula era más limpia y aplicada que él.
— espera, no te vas a despedir de Mary? - la castaña río, mostrándole a la muñeca. Estaba bien cuidada, Se notaba el amor de ____ por ella. sus trenzas estaban bien hechas, su ropa limpia y los botones de su cara, que simulaban los ojos, estaban bien cosidos.
— tienes razón! Lo lamentos muchísimo, Señorita Mary, de la dinastía Trapo. Su trapeza - Zuko río mientras daba un beso en la mejilla de la pequeña muñeca y luego salía corriendo junto a los guardias, despidiéndose en la distancia mientras caminaban de nuevo al palacio.
Nunca lo dejaban alejarse demasiado de la capital o del palacio. Que lo dejarán salir solo ya era una hazaña por si sola. Aunque él siempre se las arreglaba para correr con los guardias detrás de él y poder llegar al manzano dónde siempre se encontraba con ____. Y cuando ella no estaba ahí, sabía que probablemente estaría en la fuente de la ciudad.
Los momentos que podían pasar juntos eran muy cortos, al menos para ellos dos. Solo dos horas o dos horas y media, eso para ninguno de los dos nunca sería suficiente. Querían pasar todo el día juntos Jugando y riendo, y toda la noche lado a lado contando las estrellas y enriqueciendo su inteligencia juntos.
____ se levantó y tomo a su muñeca, camino de nuevo a su casa con las manzanas que había recogido y puesto en la bonita cesta que le había regalado el Señor Iroh, el tío de Zuko. Caminó entre las calles con seguridad y sonrió y saludo a las personas que solían ser amables con ella. Ya no tenía miedo, sabía que podía defenderse de quien quisiera lastimarla, Zuko le había enseñado un nuevo tipo de felicidad.
No se sentía a salvó por el hecho de ser amiga del principe, lo cual muchos creerían que la haría Impune al tacto de quien quisiera hacerle daño. Se sentía a salvó porque sabía que Ahora tenía una fuerza decente para Hacerle frente a las adversidades que se cruzarán en su camino. Y esa tranquilidad y esa seguridad en si misma la hacia feliz.
Su tierra control había florecido con lentitud, fue difícil aprender como hacerlo, Pero se sentía natural, se sentía como una raíz, enterrada bajo tierra donde pertenecía. El tierra control era su naturaleza, una de la cual nunca le gustaría desprenderse.
Negarlo y esconderlo era molesto, Triste y vergonzoso, Pero era lo que tenía que hacer por supervivencia.
Al llegar a casa, Fue recibida por su madre, quien la abrazó mientras su padre la saludaba sosteniendo a su pequeña hermana en brazos. Su hermano estaba en casa de sus abuelos, practicando fuego control con su primo.
Definitivamente le gustaba como estaban yendo las cosas, por fin tenían tranquilidad... Pero aún sentía ese pinchazo en el pecho, culpa.
Está nación había dañado a gente inocente, y lo seguían haciendo. Destruían con sus llamas todo lo que los demás amaban, Pero que para ellos resultaba molesto y un obstáculo para sus objetivos.
La imagen de su pueblo envuelto en llamas y los gritos desgarradores de las personas siendo rostizados vivos era una pesadilla que recurrentemente hacia eco en su mente. Aunque ya hubieran pasado tres años, era imposible olvidarlo.
Y mucho menos sabiendo que su mejor amigo era el nieto de quien había empezado todo este Caos que se extendía como Flamas, Desintegrando todo hasta convertirlo en la nada misma.
ESTÁS LEYENDO
Traitors | Zuko x Tu
FanfictionSe conocieron desde pequeños, Pero tomaron dos caminos distintos. ¿sus rumbos estarán destinados a reencontrarse, o será la última vez que puedan mirar a los ojos del otro?