⚜️VIII⚜️

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Un árbol había caído gracias a que había sido quemado por las manos de Lucas. Sorprendido, se alejó del tronco y miró lo que había provocado. Ahora tenía miedo de tocarse a sí mismo. ¿Qué pasaba si se quemaba sin darse cuenta?

—No te puedes quemar.— Lucas giró en dirección a la voz de Tayler. Frunció el entrecejo y se cruzó de brazos.

—¿Cómo sabes?

—Eso es como: no puedes ver tu nariz. Está ahí, pero tu cerebro la ignora.— rodó los ojos.

—Vaya que inteligente.— dijo con sarcasmo.

—Haré que el árbol crezca de nuevo y te obligaré a quemarlo hasta que te canses si sigues con tu altanería.— se cruzó de brazos.

—No es altanería.— negó y pronto escuchó cómo detrás suyo la madera de un árbol crujía, dando la clara señal de que Tayler estaba manipulando el árbol caído para que se reconstruyera otra vez.

—Quémalo.— señaló detrás de Lucas. Este refunfuñó cansado.

Cuando estaba a punto de voltearse para quemar el tronco, este se partió gracias a la presión de un chorro de agua que Marco tiró hacia él. Casi dándole a Lucas.

—¡¿Estás loco?! ¡Casi me matas!— se apartó exaltado.

—Eres demasiado lento, estaba aburrido. Ya terminé con lo que debía hacer y ustedes dos solo se encontraban hablando.— se encogió de hombros.

—No sé cómo Carlo te soporta.— murmuró sacudiendo un poco de madera y cenizas de su ropa.

Marco lo mojó en la cara al escucharlo.

—Cuidado con lo que dices.— le señaló.

—¡Es cierto! Hay veces en las cuales eres tan molesto que no entiendo cómo Carlo puede seguir contigo. Eres tan insoportable en ciertas ocasiones, como ahora, por ejemplo.— dio un paso adelante con firmeza.

—Para tu información, Carlo me ama demasiado. Soy, en pocas palabras, todo lo que necesita. Si es necesario, doy la vida por él.— aseguró. Lucas río sin gracia.

—¡Ay, por favor! No me vengas con esas cursilerías. ¡Nadie hace eso hoy en día! Todos van por su cuenta sin importarles nada ni nadie.— se cruzó de brazos. —No creo que llegues tan lejos por alguien.

—¿De qué hablas?— dio un paso al frente. —¿Quién te hizo tanto daño que tienes esa visión del amor? O, ¿es que estás celoso?— río a lo último.

—¿Yo? ¿Celoso? Pero, ¿de qué? Porque de ti no es.— se burló dando otro paso al frente.

Tayler rodó los ojos al ver la actitud de ambos. Intervino, antes de que ambos se pudieran seguir diciendo otro tipo de cosas.

—Los dos, ya cállense.— los tomó por los hombros. —Parecen niñitos, por dios.— se quejó, pero ninguno de los dos jóvenes le hicieron caso, así que siguieron discutiendo.

—Respétame o esto terminará mal.— Lucas lo miró incrédulo.

—Aún no controlas tus poderes. ¿Qué-

Un trueno resonó y el brillo de un relámpago se vio a lo lejos, haciendo que los tres chicos miraran en su dirección y haciendo que Lucas se callara. Fue tan sonoro que las aves ocultas en los árboles volaron lejos de las ramas.

—¿Eso...eso fue...Carlo?— cuestionó Marco anonado por lo visto y escuchado  recientemente.

—No lo dudes. Anne es buena en esto de entrenar.— dijo para sí mismo el castaño.

Tales of Magic: A Journey to FreedomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora