Amore Mio

Uno°

- ¡Ave Maria! Llegare tarde otra vez- pensé, ya era la segunda vez que llegaba tarde en la semana, no me gustaba llegar tarde a ningún lugar me consideraba de esas personas las cuales le gustaba la puntualidad.

Miro el reloj en la pared de mi habitación y me di cuenta que faltaban 20mins para mi clase de metodología y el instituto quedaba a 30 mins; tome rápido mi café y un sándwich que me prepare a mano veloz.

Salí en dirección hacia el instituto pero como era de costumbre las calles de Florencia estaban de un tráfico de espigas. me pare en un semáforo y cuando este cambio a verde me dispuse andar; en eso salió un hombre notablemente mayor como de unos 42 años aproximadamente que casi me hace chocar contra su parachoques, estaba de un color carmine de la furia, baje el vidrio de su auto y me dispuse a insultar aquel hombre en mi idioma natal:

- Cazzo sei matto- dije, y con mi mirada lo fulminaba- merda quasi choco.

- Mi scusi manchi ma vedi dove stai andando- Me limite a seguir y solo lo ignore y sigue mi camino.

Cuando llegue al instituto con 15mis de retardo. Pase a mi clase con vergüenza pidiéndole disculpas a mi profesor, me dispuse a sentarse en mi puesto y sacar mi libreta para prestar atención a la clase. Cuando sonó el timbre todos se dispusieron a salir de manera veloz del aula, mientras Anthea por su parte lo hizo en tranquilidad lo que ella siempre emanaba "tranquilidad". Se decidió a ir a su siguiente clase de cálculo II.

Iba caminando por los pasillos de la institución pensando en la sinfonía perfecta que tenían las melodías de Johannes Brahms, cada estrofa se unía con otra en la perfección de tal punto que no había palabras para explicarlas; eran simplemente magistrales, la hacían sentir alivio y llena de vida. Anthea era de pocos amigos tenía sus tres mejores amigos más cercanos a ella: Julieta, Antonelle y Christopher ellos eran su familia, sus hermanos los quería demasiado. Mientras iba sumida era arrastraba cada vez más por sus pensamientos. Alguien que iba corriendo por su lada le dio en el hombro tan fuerte que hizo que Anthea se cayera, sintió un leve pero fuerte dolor recorrer su espalda tan fuerte como un calizo.

Aquella persona se dio cuenta de lo sucedido y decidió ir ayudarla se sintió mal por eso, así que puso una de sus manos detrás de sus espalda para ayudarla a levantarse mejor, la ayuda a incorporarse y cuando se dio cuenta quien era se sintió avergonzada era Anthea Ceccomancinni, la brillante chica que tocaba la viola como si fuera el ultima día, tan apasionada, magníficamente como lo tocaba no había nadie mejor en todo el instituto que tocara como Anthea, aquella chica se dio cuenta que tenia rato observándola así que se dispuso a presentarse:

-¡Oh madre mía! qué vergüenza tan grande, disculpa de verdad no te vi iba a tiempo veloz, a veces soy muy torpe y no miro por donde voy; creo que necesito lentes. ¡¡SIII esoo necesito lentes!!- dijo la muchacha con mucha rapidez.

Anthea por su parte se dispuso a reír entre dientes, aquella chica le parecía graciosa y sintió que sus disculpas eran sinceras- Tranquila, estoy bien no pasa nada. Un gusto Anthea- dijo estirando su mano esperando que aquella chica se dispusiera a agarrar, la muchacha tardo unos segundos cuando reacciono y le dijo:

- Uh disculpa- aceptando su mano- Dalila y el gusto es mío- sonrió ya soltándose de la mano de Anthea y ayudando a Anthea a pararse- disculpa de verdad, lo siento muchísimo- bajo su mirada con un poco de vergüenza.

- Ya te dije que no te preocupes Dalila- sonrió con los labios pegados haciendo que se le notaran unos presuntos hoyuelos- bueno Dalila quiera poder quedarme a charlar contigo, pero no puedo tengo calculo y si no me voy ahorita llegare tarde, fue un placer- y sin esperar respuesta Anthea se dispuso a andar con pasos apresurados así su próxima clase.