Quattro°

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"somos lo que nadie puede ver, nuestros secretos, nuestro pasado, nuestro presente, nuestro futuro."

Nervios.

A veces nuestro mundo puede venirse abajo y las personas te preguntan ¿Por qué estas tan tranquilo? Pero debajo de esa fachada de tranquilidad hay disturbio, agonía, miedo, desconfianza, tristeza. Solo que lo ocultamos con la mejor cara; pero que te veas tranquilo por fuera no quiere decir que internamente estés bien.

Eso era lo que sentía nervios, faltaba un día, un día para demostrar que la viola no solo es un instrumento, que no solo hace melodías rutinarias, si no más que eso, que era de inspirar, de admirar, era totalmente contrario a lo rutinario.

Ya había escogido la melodía que tocaría. Era como el estruendo de un rayo, con tan solo oírla era como el fuego comiéndose tu piel, adentrándose en ella. Estaba más que lista y decidida.

Estaba caminando por el centro adentrándome más en esa melodía era como si la tierra completa cantara y gritara. Tenía pensado comprar un vestido para el siguiente día ya que sería algo elegante.

Mientras pasaba por cada vestido, arrastrando el índice, me di cuenta que estaba en el área de cocteles y semi-formal, camine un poco mas hasta llegar al área de formales.

1 hora AVE MARIA, si una hora y no me gustaba ninguno de los vestidos que había visto. No sé si es porque no eran mi tipo o por lo escandalosos que eran; unos con lentejuelas rojas, otros demasiados cortos, ni siquiera sé como alguien pudiera entrar en eso. Ya me estaba hartando y también estada un poco cansada, me hallaba desde muy temprano haciendo cosas y la noche pasada no había podido dormir por cólicos.

<<Aunque creo que eran nervios>>

Me iba yendo hasta que llegues a la puerta de la tienda y entonces, vi mi vestido; blanco como si de una espuma se tratase, sin mangas, con un escote de forma ovalada en la espalda, llegaba hasta tres dedos más arriba de mi rodilla, tenía unos reducidos pliegues que llegaban desde mi cintura hasta donde se terminaba el vestido, con unas pequeñas rosas que decoraban la parte de arriba con algo de encaje y e insignificantes charosquis alrededor de cada una.

Hermoso.

Cuando me volví a percatar más de los charosquis una lagrima bajo por mi mejilla.

Flashblack:

- Abue ¿Que estás haciendo?- pregunto la pequeña de 7 años.

- Querida ven, ven y te enseño como hacer pulseras- hizo un ademan para que se acercara.

La niña paso por lo largo del pasillo hasta llegar donde se encontraba su abuela.

- Ves esto- dijo- agarra un hilo y una de esas peloticas brillantes, y entonces vas a pasar eso por el hilo, hasta que se llene toda sin quedar espacios, puedes hacerlo de cualquier color - la niña obedeció e hizo lo que su abuela le dijo. Luego de un rato lo termino con una sonrisa grande, se la entrego a su abuela:

- Toma te lo hice- se la entrego con cierto temor- ¿te gusta?

Miro la pulsera que le había dado su nieta, la miro a ella de soslayo y luego volvió a mirar la pulsera. Había utilizado color esmeralda y plateado, era sencilla, hermosa y elegante igual que ella.

- Claro que me gusta- le sonrió y ella le devolvió el gesto- y... yo.. tengo una para ti- mirando una cajita a su lado- aja.. toma esta te la hice hace tiempo pero te lo he estado guardando- poniéndose la pulsera. Observo a su nieta a los ojos tan bellos como un manantial y tan puros como el aire- esto se llama Charosqui me encanta el charosqui- pellizco una mejilla de la pequeña- Úsala y cuando lo hagas recuérdame, porque yo usare la tuya y te recordarte.

Amore MioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora