Omar el típico hombre moreno, alto y guapo que para conseguir la herencia de la empresa de su padre se ve obligado a casarse con Hafsa una chica guapa, estudiosa y humilde sin el plan del matrimonio. Los dos son muy diferentes pero acabaran encaj...
Se separó de mi y entré al vestidor para elegir la ropa que me quería poner, hacía bastante calor así que me decidí por algo cómodo y con un tono veraniego.
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De maquillaje no me puse nada, cuando llevaba maquillaje sentía que mi cara pesaba, así que solo me ricé las pestañas, me puse gloss y colonia.
- Pero bueno, que guapa vas ¿No?- dijo OTRA VEZ acercando-se a mi
Otra vez no 😭
-¿No te cansas o que?- dije poniendo mis manos sobre sus hombros mientras el sostenía de mi cintura
- Deberías de agradecerme amor-
- ¿Agradecerte porque?- dije riendo-me
- Muchas mujeres se mueren por tan solo tenerme al lado, y tu has sido la afortunada deberías de agradecerme-
- Vete con las que se mueren por ti, elige, Lucía, o la otra rubia del bote, o también las camareras que no paran de mirarte cada vez que salimos a cenar-
- No, prefiero quedarme contigo y soportarte enana-
- Así me gusta-
Bajamos al garaje y nos montamos en el coche el cual conducía Omar, me llevo a un restaurante bastante lujoso y elegante.
Bajamos del coche y el me cogió de la mano.
- ¿Estas seguro de que aquí venden kebab?-
- Si, y esta muy bueno ya verás-
Entramos al restaurante y nos sentamos en una mesa que daba hacía la puerta de la terraza desde la cual se veía literalmente todo, era precioso.
Vino una camarera medio desnuda para apuntar que es lo que queríamos comer.
A esta se le notaba de lejos lo que quería.
Lo peor es que esta camarera no era la única que iba medio desnuda, todas las que trabajan aquí llevaban un vestido apretado de tirantes y muy corto de color rojo para resaltar
Otra pesada más para apuntar.
(La conversación era en árabe, pero yo os la traduzco al español)
-Holaa bombónn, ¿que quieres comer?aún que si quieres me puedes comer a mi, no pasa nada-
Espera, ¿He escuchado bien?
O me voy a de aquí o exploto.
Omar le sonrío a la chica.
Que cojones tío.
Salí del restaurante lo más rápido que pude, y como era de esperar Omar se levantó persiguiendo-me por detrás.
- Hafsa, espera- gritó el mientras yo cerré la puerta del restaurante
Me apoyé en el coche esperando a que el llegará ya que no había ningún medio de transporte ahora.
Si no ya me hubiera ido al hotel por mi cuenta.
- ¿Que haces?, ¿Porque te vas?-
-¿Enserio tienes la cara de venir a preguntarme-lo?, flipo contigo w'allah-
- No se, tu solo recuerda que un hombre puede tener cuatro mujeres, todo mi amor no es solo para ti sabes-
Que esta diciendo este ahora, no se si reír o llorar.
- ¿Me lo estas diciendo enserio?- pregunté llorando.
No tío, no tenía que llorar, ante estas situaciones tengo que mantener mi ego a lo alto.
- No ajajajajajajaj, tendrías que haber visto tu cara en estos momentos- dijo limpiando-me las lagrimas y arreglando-me el hijab.
Joder, me había asustado.
- Vale y ¿Porque le sonríes?
- Para que tu te pongas celosa-
- No mientas-
- No se cuantas veces te lo voy a repetir ya, Hafsa te quiero y solo te querré a ti, eres mi mujer y w'allah que no necesito a nadie más al lado mío a parte de ti, eres la chica perfecta, para mi y para todos los hombres, pero obviamente tu solo eres mía-
Yo sonreí y le abracé.
¿Lo veis? Con tan pocas palabras me tiene a sus pies.
Volvimos a entrar al restaurante y nos sentamos en otra mesa.
Vino un camarero, por fin alguien normal, pedimos los kebabs y nos los comimos, cabe recalcar que estaban muy ricos, incluso mejor que los de España.
Al acabar Omar pagó la cuenta y nos fuimos al hotel
Yo al llegar a la habitación, me duché y me puse unas cremas para hidratar-me la cara, luego me sequé el pelo y salí de la habitación para arreglar la cama y ya irme a dormir ya que mañana teníamos que madrugar.
Me tumbé en la cama esperando a que Omar saliera del baño, me he dado cuenta que no puedo estar ni un minuto lejos de el.
El salió del baño y se tumbó el cama, con una mano me rodeo la cintura y con la otra empezó a acariciarme el pelo y yo me tumbé sobre su pecho.
