Capitulo 4

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"Hermana..."

En los años transcurridos que no lo ha vuelto a ver, Zaya nunca olvidó a esa persona que está ahora mismo frente a ella.

Tuvo que lidiar con privarse de verlo por su seguridad. Pero ahora al fin, esos tiempos acabaron. No hay nada que le impida ir a reencontrarse con Anubis. Tarde temprano ella lo encontraría o él a ella.

-Anubis ¿De verdad eres tú? -Zaya le pregunta, aunque era muy evidentemente que sí era él.

Se tomaron su tiempo para estudiarse entre ellos, detalladamente de pies a cabeza. Anubis murmuraba, experimentando el mismo estado emocional que Zaya. A los dos se les subía la emoción hasta la cabeza.

-Hermana...

-¡Anubis! -No tardó en ir a lado de Anubis.

Dando pasos grandes y desesperados. Al estar lo suficientemente cerca, lo abrazó, exactamente sucedió como en sus sueños.

-Pequeño Anubis...

-Hermana...has vuelto...

Envuelto en sus brazos, Anubis se quedó quieto. Ante esa proximidad que tiene con ella, de igual manera abrazo a Zaya. Tocando su espalda, recostó su cabeza sobre el hombro de ella, en el cual también sollozó.

-Veo que sigues utilizandoesto -Decia Zaya, tomando sin avisar, un extremo del lazo blanco de Anubis

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-Veo que sigues utilizando
esto -Decia Zaya, tomando sin avisar, un extremo del lazo blanco de Anubis.

Un accesorio que Anubis acostumbraba usar desde que su padre se lo dió para que no tuviera que usar collares pesados. Tal prenda cuál jamás vio a Anubis despojarse de ella.

-Si... -Sin esperar está acción, causó un enrojecimiento a Anubis.

-Jajaja...

Una vez satisfecha al cumplir su objetivo. Ya esperaba que sucedería, Anubis siempre se ponía rojo y tímido ante tales toques, o por lo menos solo así se portaba frente a Zaya.

-Aprecio que hayas regresado...-Dijo Anubis pero no lo suficiente contento. Para hacerle saber a Zaya, que así él se sentía completamente.

-El placer es mío, Anubis. ¡Ay no sabes cuanto te extrañe berrinchudo! -Zaya alzó una mano, acariciando su cabello negro, no obstante lo dejo muy desordenado.

-Hermana te pido que no me trates mucho como un niño... -Anubis aparta con delicadeza la mano de ella. Luego se acomodo el cabello con sus manos.

Claro que eran primos, así fue como los presentaron por primera vez. Sin embargo muchos consideraban la relación de este par, más semejante a dos hermanos de la misma madre o del mismo padre. Así que usualmente se refería más entre ellos como "hermanos" que como "primos".

-¿Por qué no? -Ella no se tomó tan en serio esa forma de reaccionar. Pero le extrañó que no haya sonreído ni con la primera caricia.

Anubis no le dió ninguna explicación, tan solo desvió la mirada con cierto disgusto. Zaya confusa, verificó qué este chico a lado suyo, no era el primo y hermano de recuerda.

"Por el trono de Egipto" (Ennead)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora