Final del Semestre

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Himiko se encontró vagando por los pasillos de la U.A. después de clases, buscando a Emily. Su molesta compañera había quedado manchada de sangre después del entrenamiento y ella quería deleitarse con esa belleza. Para compartirla con ella.

Conforme avanzaba, sus dedos rozaron las fundas ocultas debajo de su falda, y disfrutó la familiar sensación de sus cuchillos. Emily siempre fue una testaruda, pero tenía una forma perfecta de recrear esa belleza.

A la vuelta de la esquina, vio a Emily. La chica estaba reclinada contra la ventana, la luz del sol destacando su resplandor mientras ella estaba ocupada escribiendo en su tablet.

"Emily-Chan," Dijo Himiko con voz cantarina mientras tenía sus manos detrás de ella.

"¿Himi?" Emily alzó la mirada para ver a su compañera, con confusión a través de su rostro.

"Te ves muy linda hoy Emily," Dijo Himiko mientras avanzaba dando saltitos.

"Yo... ¿Qué?" Pregunto Emily confundida.

"Me gustaría verlo otra vez," Dijo Himiko, con su cuchillo en mano mientras se abalanzaba hacia su compañera...

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Himiko se despertó gritando.

Segundos después escuchó la puerta abriéndose de golpe mientras su mamá entraba. "Himi..." Dijo Inko.

Himiko parpadeó, intentado retener las lágrimas de sus ojos mientras miraba hacia sus manos.

Limpias.

Sus manos estaban limpias, no tenía sangre en ellas.

Estaba tan centrada en sus manos que no se dio cuenta de su madre sentándose a su lado hasta que Inko la envolvió en sus brazos. "Shhh. Estás bien Himi. Estás a salvo."

"Yo..." Himiko comenzó a llorar. Incapaz de detener las lágrimas, ella se acomodó, reclinándose hacia su madre mientras le devolvía el abrazo, temerosa de lo que pasaría si la soltaba.

"Tuviste esos sueños otra vez, ¿verdad?"

Sin querer decir nada, Himiko asintió, esperando que su mamá entendiera.

"Lo siento mucho Himi," Le aseguró Inko mientras acariciaba la espalda de su hija, asegurándole que no la iba a soltar.

"¿Quieres ayuda?" Preguntó Izuku mientras se asomaba por la puerta.

Himiko volteó a ver a su hermano. Sin querer moverse del abrazo, alzó una mano y señalo su mochila. "Mis... mis viales."

Asintiendo, Izuku caminó hacia la mochila y sacó un pequeño contenedor de metal. Se acercó a la cama y se lo dio a su hermana, quien rápidamente lo agarró y lo abrió. Sus dedos localizaron el vial que estaba buscando, dándole vuelta para ver el nombre que tenía escrito, incluso si ya sabía a quien le pertenecía esa sangre.

E. Song

Su molesta compañera fue la segunda persona que ofreció su sangre para ayudar a Himiko con su quirk, justo después de Atsuko. No tuvo que atacarla para obtener su sangre. Todo lo que tuvo que hacer fue pedirla.

"¿Es con ella con quien estabas soñando?" Preguntó suavemente Inko.

"Si," Susurró Himiko mientras examinaba el vial con su dedo. "Hoy estábamos entrenando y ella se dejó apuñalar para poder tener una apertura. Para cuando la ayude a ir con Recovery Girl, ella tenía mucha sangre en su camisa."

Inko pasó sus dedos a través del cabello de su hija mientras intentaba calmarla. "Lamento que eso te haya traído malos recuerdos."

Himiko cerró sus ojos y se reclinó hacia su madre mientras preguntaba la misma pregunta que hacía cuando tenía una pesadilla. "No soy una mala persona, ¿verdad?"

Familia Más Allá de la SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora