Capítulo 20

232 20 0
                                    

La carrera no es siempre la parte mas estresante de los pilotos. Eso es rutinario para quien ha vivido desde su infancia entre autos y mecánicos corriendo por todos lados, como la primera vez que subes a un kart y no quieres bajar nunca porque amas la sensación de tener el control.

Para Kara era estar encerrada en reuniones post carrera escuchando datos y errores que habían existido durante la carrera. Samantha no era alguien que opinaba con regularidad, solo esperaba a que terminara la reunión para salir por la puerta y correr directo al primer club que encontrara, por supuesto, Kara con ella.

Eso último por quejas de John en cuanto al comportamiento de Samantha, Lena lo controló explicando que ayudaba a la rubia a socializar.

"Sigue hablando solo conmigo, no puedo hacer milagros, Lee"

Claro que Samantha era intimidante y Kara no tenía temas de conversación en común con nadie. Por fortuna para ambas, Diana era un imán de personas.

Saliendo de las oficinas de datos, Sam tomó camino a la oficina de Lena donde la encontró absorta en su computadora, su ceño fruncido junto una taza de café en su escritorio era un claro indicio de que sería una noche larga llena de trabajo

—Lee, debemos irnos—tomó el bolso de la pelinegra

—Son las ocho de la noche, me iré cuando Jess me diga que se cae el lugar—continuó en su lectura

—Jess se fue desde las seis, lo sé porque Eve la llevó de vuelta al hotel

La pelinegra levantó la vista—¿Dejaste que se fuera?—comentó molesta—Debía entregarme las estadísticas del mes.

—Están en su escritorio, merece un aumento—chasqueó los labios cuando perdió la atención de Lena—Definitivamente necesitas un descanso, andando.

Giró para alcanzar su silla y la levantó en brazos una vez estuvo frente a ella, cerró su computadora y cargó sus pertenencias, todo con Lena en su hombro pidiendo ser bajada.

—No aceptaré rabietas, niña. 

Kara hablaba animadamente con Diana sobre los conflictos entre la temperatura de sus neumáticos y lo beneficioso, pero perjudicial que fue ese auto de seguridad en el estacionamiento del autódromo. Aun había reporteros a su alrededor siendo ignorados por ambas pilotos, se quedó callada al ver a Samantha caminar hacia ellas con la joven empresaria en sus brazos.

—¿Necesitas ayuda?—preguntó Diana retirando el bolso de la mujer. Kara siguió la acción cargando a Lena entre sus brazos.

—Te daré veinte dólares si me bajas—retiró su cabello del rostro. 

Kara solo sonrió—Soy heredera, no es necesario—la acomodó al estilo nupcial—¿Por qué debo cargarte?

—Sam no me deja trabajar—refunfuñó cruzando sus brazos

—Dije que era suficiente, iremos a cenar a un bonito lugar y después saldremos a bailar, tenemos que celebrar.

—No iré vestida así a ningún sitio, quiero darme una ducha.

Viendo la exasperación en el rostro de la puertorriqueña, Kara sugirió llevarla a ducharse y las alcanzarían más tarde. Idea que complació a todas y puso en marcha el plan "Evadir la guerra"

—No tenías que hacer esto, Kara. Has sido mi chofer personal desde hace un tiempo.

—Descuida, Lena. No me molesta conducir ¿Sabías que a eso me dedico?—agregó sarcástica

—Fácilmente puedes ser comediante con ese roto sentido del humor—subió el volumen de la música, las canciones de Kara comenzaban a gustarle.

La rubia se dedicó a conducir durante la siguiente hora para llegar a la ciudad, el tráfico atrasaba el plan de moverse rápido, sin embargo, no había vuelta atrás en esto. Lena miraba su celular cada cierto tiempo alternando con observar la solitaria vista de montañas, pero muy luminoso por la cantidad de autos que seguían saliendo del autódromo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 28 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Detrás de la línea de meta/SupercorpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora