Capítulo 8

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Gracias al cielo pudieron salir sin ser vistas, la luz pegaba directamente en el rostro bronceado de las tres pilotos, Lena, que iba detrás de todas, colocó sus gafas de sol, poniendo las llaves de su auto en las manos de la rubia.

–Alexander llamará a tu escudería para arreglar esta situación, Diana–Esperó a que el auto fuese abierto–Hablaremos del resto en casa–

Diana y Sam se miraron entre si –Haz lo que yo, Lena puede dar miedo, pero es buena persona–

–Estuvimos en una celda y le tienes más miedo a ella, si por mi fuera moriría antes de tener que hablar–

–Tampoco es para entrar en pánico–

Estando todas en su lugar, Kara encendió el coche, queriendo escuchar música, presionó el botón de la radio, pero como es el auto de Lena, las noticias estaban sintonizadas.

"La madrugada de este miércoles fueron vistas las dos pilotos del automovilismo Samantha Arias y Diana Prince siendo arrestadas luego de una candente noche en un bar local"

Bajó el volumen lentamente. Miró por su retrovisor viendo a Samantha, su rostro sin emoción alguna era un claro ejemplo de que había golpeado el centro del tablero con el dardo.

–Bien, para comenzar–Lena giró su vista, la rubia se hizo pequeña en su lugar–Ni siquiera me avisaste cuándo llegaron–Apuntó a la Puertorriqueña.

–Quería hacerlo, pero–Guardó silencio al ver los exagerados gestos de Kara negando.

Había presenciado una discusión familiar el primer día que aterrizaron y decir que el señor Luthor era duro en verdad era cierto, pero Lena era un contrincante de nivel.

–Como segundo punto, ¿Por qué diablos terminaron arrestadas?–

–Esa es una historia algo confusa–Dijo Prince con su habitual calma al hablar–Salimos con Donna y Bárbara anoche, pero ellas son más pequeñas –Kara frunció el ceño–Así que alrededor de las diez de la noche Donna y Bárbara se fueron del bar–

–¿Qué tiene que ver la edad?–Preguntó la rubia.

–Donna no bebe más de tres cervezas y Bárbara es tres años mayor que Donna, pero tiene estudios médicos mañana... ¿O era hoy? –Preguntó a Sam –Como sea, hubo una ronda de tragos y una competencia de billar, ganamos por cierto–Una sonrisa arrogante se formó en sus labios–Después del billar jugamos "shot o prenda" quedábamos solo Samantha y yo, los otro huyeron–

–Eso sigue sin explicar por qué fueron arrestadas–Comentó la joven pelinegra.

–Digamos que, Diana solo estaba en ropa interior y el sujeto de la barra se negaba a servirnos más tragos, tomamos nuestras cosas y nos fuimos, pero, yo me quité mi camisa para dársela a ella–La mujer Griega asintió–Cuando me estaba desvistiendo los oficiales nos encontraron en una "situación comprometedora" –Hizo comillas con sus manos.

–Eran casi las seis de la mañana cuando nos arrestaron, nos tomaron huellas alrededor de las ocho, pero no tenía idea de cuál era el número de Donna para pedirle que viniera por mí, así que le pedí a Samantha llamarte a ti–

–Pero esa llamada no sucedió hasta después de las diez de la mañana porque nos enviaron a la celda y dijeron que más tarde podríamos hacer valer nuestro derecho–

–Lo cual nos trae a tí pagando nuestra fianza–

–Disculpen que interrumpa su conversación –Habló la rubia–Pero llevo diez minutos conduciendo sin destino–

(...)

Tomando su bolso y pasaporte, la rubia abordó su vuelo con destino a Azerbaiyán, habían pasado cuatro días del arresto de Diana y Samantha. Lena le había advertido explícitamente a Samantha que ahora era la imagen de L-Corp, por lo cual no permitiría este tipo de incidentes.

Kara disfrutó de la compañía de Bárbara y Donna cuando la pelirroja le envió una invitación para jugar un partido de Tennis amistoso.

Había encontrado una amistad amena en Donna, contando cómo era tener una campeona en su equipo, a lo que la rubia coincidió "Tengo a mi propia piloto de ese tipo" dijo en una reunión en el departamento de la joven.

Con Bárbara fue diferente, ellas ya se conocían, tenían la misma edad y habían competido en categorías inferiores, por lo que no fue difícil congeniar "Estás iniciando aquí, todas dan miedo hasta que nos conocemos".

Tomó su lugar, colocando sus pertenencias en el compartimento correspondiente, de inmediato abrochó su cinturón de seguridad y cerró su ventanilla. Serían 19 largas horas de vuelo.

El momento del despegue no le molestó, fue el pequeño ruido proveniente del asiento detrás suyo, era como escuchar el chillido de una rata, cuando el avión estuvo estable y era seguro levantarse de su asiento, retiró su cinturón y se puso de pie.

Miró a la chica piel morena comiendo, se paró frente a ella con rostro molesto.

–Disculpa, estoy tratando de dormir –Cruzó sus brazos frente a su pecho.

–Entonces hazlo–Continuó en su labor.

–Si tan solo comieras sin hacer tanto ruido, podría–Dijo.–Este avión tiene un espacio exclusivo para comer –Señaló detrás suyo.

–Terminaré en un segundo, descuida–

–Gracias– Se dio la vuelta para tomar asiento.

Después de su pequeña discusión, la mujer no volvió a molestar, así que Kara pudo dormir lo suficiente para no sentir el tiempo que tardó el viaje, faltaban solo dos horas para aterrizar.

Cuando por fin llegó a Azerbaiyán, su asistente Alex estaba esperando en el aeropuerto –Dios, Alex–se lanzó en un abrazo–Nunca te había extrañado tanto–

–Para mí fue la mejor semana de descanso–Tomó su bolso.

–Si no te molesta, quisiera pasar a comer algo, una mujer en el avión me hizo perder el apetito–

–Por supuesto, solo llamaré a John para decirle que llegaste con bien –

–No, descuida. Lo notifiqué en mi perfil del equipo –Le mostró su celular–¿Ves?–

La mujer mayor asintió, guardó el equipaje en la cajuela y condujo a un restaurante cercano al hotel.

–Escucha, Kara–Apagó el auto luego de unos minutos–Trabajarás con el equipo de redes sociales para promocionar tu nombre, así que si existe un comportamiento inadecuado te haré correr hasta vomitar, ¿Entendiste?–

–Me he portado muy bien, puedes preguntarle a Samantha por mí–Comentó como si fuera una niña a lo que Alex giró los ojos.

–Sé que te estás burlando de mí, Zor-El. Pero hablo en serio, con el reciente escándalo la cantidad de reporteros quiere saber lo que haces cuando no estás en el circuito. Lo hago para protegerte –Finalizó.

–Pero no hago nada–Frunció el ceño al pensar en ello.–Quiero decir, lo más alocado que publicarían de mí es que mi perro se comió un hueso o que voy al gimnasio los domingos–

–De todas formas seguiré pensando lo mismo, andando–

(...)

–Bien, Kara. El día de hoy realizaremos una dinámica–

–Hagámoslo– Frotó sus palmas juntas.

–El juego consiste en adivinar la cantidad de objetos que hay en estas tarjetas–Kacey señaló la mesa.–El obstáculo a la victoria es decir el objeto en cualquier otro idioma que no sea el tuyo y mucho menos el inglés. ¿Estás lista?–

–Estoy lista–Asintió corrigiendo su postura.

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Primero que nada, holis.
Tardé un poco en actualizar debido a que tuve un proyecto de la universidad y como tengo cargo como estudiante, estuve trasladándome por conferencias.

Pero, soy fiel creyente de que para todo existe tiempo, aquí está su capítulo.

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