𝐗𝐈𝐈𝐈

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    𝐄volet había estado un poco alejada de su amigos toda la semana. ¿Por qué?, bueno estuvo hablando con sus amigos del mundo muggle y ellos le habían contado que su hermana, Cassie, había estado algo agresiva, y gracias a eso se aislaba de los demás. También que sus padres la  mandaron a un psicólogo. Ya que pensaban que estaría así por falta de la precencia de su hermana menor. Pero ella ni siquiera habló, solo se quedó en silencio mirando a un punto fijo.

    Eso la preocupó mucho. Y cuando ella se preocupaba solía resguardarse consigo misma. Harry y Ron habían venido a visitarla varias veces, pero ella les decía que necesitaba estudiar y para hacerlo tenía que estar sola. Harry se había preocupado tanto que en todas las clases se sentaba con ella, y la acompañaba hasta su dormitorio. Ya que los únicos lugares a los que iba después de clases, eran la biblioteca y su dormitorio.

    Mientras que Hermione aveces le pasaba las tareas —cosa extraña que hiciera— para que saliera un poco de su habitación, que el estudio valía, pero no hasta llegar al punto de perderte. Palabras dichas por quien estudiaba dos meses antes de una evaluación.

   —Eve, soy yo, Hermione, abre — dijo detrás de la puerta.

    De vez en cuando, solía saltarse algunas clases, para así poder venir a su habitación y leer las cartas que le enviaban. Cerraba la puerta con llave, se sentaba en su escritorio y comenzaba a leer las cartas. Muchas de esas veces venía Hermione a pasar tiempo con ella. La verdad no le molestaba para nada. Ella se quedaba en silencio y esperaba a que diera primero el paso Evolet.

    La precencia de Hermione le hacía muy bien a Evolet, por lo menos ya no estaba del todo sola.

    Evolet dejó la carta que estaba leyendo en la mesa y fue a abrir la puerta. Al abrirla, del otro lado la esperaba una castaña preocupada. Levantó la mirada y ojos marrón con ojos verdes se cruzaron, creando un ambiente algo tenso. Pero con el tiempo, de a poco, se fue suavizando. Hasta solo quedar miradas consoladoras de parte de Hermione.

    La de ojos verdes estaba por hacerse a un lado para darle paso a la castaña, pero unos brazos se lo impidieron. La enrrollaron en un fuerte abrazo, si poder dejarla escapar. Ella correspondió posando sus brazos en la cintura ajena.

    Hermione había estado tan preocupada por Eve. Siquiera dormía, en lo único que pensaba era en sí ella estaba bien, si se sentía bien, si necesitaba ayuda, o si tenía insomnio. Quería ayudarla, en lo que sea, pero ella no quería, siquiera les decía porque estaba así, era como si se aislara de todos para no decir sus problemas.

    Pero Hermione siempre lograba que sus amigos estuvieran bien y que si tenían algún problema, se los cuente. Por lo que haría todo lo necesario para saber qué era lo que le pasaba a Evolet. Cueste lo que cueste.

  —No sabes lo preocupada que me tenías Eve —. Confesó la castaña, que era cinco centímetros más alta que la de cabello marrón oscuro.

    Evolet respiró el delicioso perfume que desprendía de su ser Hermione, sin poder dejar de hacerlo, como si la atrapara cuan mosca en una telaraña. Su perfume tenía notas de jazmín, vainilla y canela, era maravilloso. No era de consentrarse en los perfumes de las personas, pero definitivamente el de Hermione le había llamado mucho la atención.

  —No fue mi intención preocuparte. —dijo apenada.

    Hermione la miró, buscando indicios de algo. Pero Evolet estaba en perfecto estado, dejando de lado las ojeras y su piel algo pálida. Pero aún así tenía dudas. ¿Qué era lo que tenía a Evolet tan aislada del mundo?

    La de ojos marrones miró a su amiga, tratando de buscar las palabras correctas.

— Si sabes que... — dio un suspiro y siguió — puedes contarme lo que sea, ¿verdad?

𝐁𝐄𝐓𝐓𝐄𝐑 𝐆𝐈𝐑𝐋𝐅𝐑𝐈𝐄𝐍𝐃 ━ 𝐻𝑒𝑟𝑚𝑖𝑜𝑛𝑒 𝐺.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora