I WANNA KISS YOU (DARYL DIXON +18)

Demasiado bueno.

Está parte contiene contenido+18

-¿Que te ha hecho cambiar de idea?- Pregunto

-Ya sabes.-

-No, no se.-

-Mhhhh- Se negaba a responder.

-¿Piensas responder?- No podía más, quería saber que le hizo cambiar tan rápido de opinión.

-¿Quieres saberlo? Acerco sus manos a mi cuello, bajo mis orejas, acercando se la comisura de mis labios, besando mis pómulos, mordiendo los lóbulos de mis orejas como si fuera un cazador mordiendo a su presa.

Acariciando mis mejillas, con mucha delicadeza, como si temiera romperme. Sentí más de un millar de mariposas revoloteando por mi estómago, pose mis manos en su pecho, notando sus latidos tan acelerados como los míos.

El beso cesó y revelé un pequeño sonido de pena, parpadeé varias veces extrañaba volviendo hacia él, que simplemente se apartaba, se hacía de rogar, cosa que en ese momento me daba completamente igual.

Noté cuando mi orgullo salió de mi cuerpo, acercándome a él...

No pude evitar saltar sobre el,
Rodeando su torso con mis piernas.

La habitación se llenó de sonidos, principalmente respiraciones agitadas que se unían, soltabamos frases sin sentido, simplemente frases.

-Podriamos poner trampas...-
Diablos su voz sonaba tan gruesa, estaba deseando lo mismo que yo.

-O podríamos jugar juegos de mesa, están en el estante...- Yo no sabía lo que decía, él tampoco.
No estábamos preparados para una conversación lógica en ese momento -Aunque sinceramente no me apetece.-

-A mi tampoco.-
No tarde en tocar las alas de su espalda mientras el me pegaba contra la pared mientras el colaba sus manos bajo mi camiseta, palpando mi cadera, para subir por mi cintura hasta la base de mi sujetador.

Nunca había tenido tanto calor.

Metí mis manos bajo mi camiseta agarrando una de sus manos y posandola sobre unos de mis pechos, el supo que era lo que yo quería y comenzó a estrujarlo, me seguía besando, acariciaba mis pezones, haciendo que se pusieran duros, escuchando un gruñido suyo, sonaba masculino, primitivo, el ruido cesó.

-Tu... Kiara, eres lo mejor que me ha pasado nunca joder, no quiero arruinarlo de esta manera, y hacerte daño, no quiero que me termines odiando, te quiero.¿Quizás deberíamos ir más despacio?.-

-Tienes razón acabamos de llegar a esta casa y no sabemos si los dueños pueden llegar, somos adultos, nos podemos controlar, desenrosque mis piernas de su torso poniéndome en pie.

-Exaxto somos adultos,tenemos que comportarnos como tal- Dijo mientras se daba la vuelta en busca de maderas para tapiar las ventanas.

Yo estaba mal, no podía aguantar, le quería en mi, a esto se refería la gente cuando dicen que se vuelven locos por las hormonas. Así que fui a hacer lo único que me quitaba las penas.

Beber y fumar para después dormir, estuve buscando por toda la cocina cualquier botella que contuviera alcohol. Cada maldito armario, encontrando platos y vasos.

Baje al sótano y encontré una alacena, repleta de bebidas alcohólicas, parecía un bar, tenía una barra, un billar en incluso varias mesas con sillas para sentarse. Había barriles y barriles de cerveza para el grifo me decidí por el whisky.

Comencé por una copa y un cigarro, la copa era pequeña, de las de whisky, fui poco a poco, hablaba sola sobre mí infancia, la pelea con el gobernador y ahora como Daryl no parecía querer ir rápido.

Cuando me quise dar cuenta me terminé la botella y el paquete de cigarrillos. No notaba ningún efecto así que salí en busca del paquete de tabaco de Daryl.

-¿Donde tienes los cigarros?-

Mis ojos se notaban rojos, llorosos y mi cuerpo temblaba, mi respiración estaba agitada.

-No me gusta que fumes.- Dice extendiéndome la cajetilla de cigarros a la mano.

Según me alejo recito como él me dijo. -A mi no me gusta ir tan despacio.-

Se que lo escucho, incluso vi su reflejo en la ventana acercase hacia mi cuando le cerré la puerta de las escaleras al sótano en la cara sin darle oportunidad a hablar conmigo.

Seguí bebiendo y fumando, no quedaba whisky así que proseguí con el licor de hierbas, no sentía cambios en mi cerebro, sólo que cada vez que me levantaba por una botella nueva me iba dando golpes de pared en pared.

El vodka fue lo que terminó conmigo, no me atreví a mezclarlo porque para ello debía de subir arriba, y arriba estaba él.

Cerré los ojos y esperé una caída, está vez la caída si llegó, terminé apoyada sobre un sofá que había, seguía bebiendo, los cigarros se me acabaron antes de las 2 últimas botellas.

Perdí la noción del tiempo allí abajo. Hasta que escuche la puerta del sótano, era Daryl , me avisó que había terminado de cazar y la cena estaba lista.

La longitud del sótano no le permitió verme por lo que supuso que le habría escuchado.

No se cuántos minutos pasaron, pero el volvió, agitado, en mi busca...

-¡¿No te he dicho que la puta cena está echa?! Sal de donde estas o yo mismo me comeré tu cena.- No parecía el, quizás era yo, quizás si que distorsionaba la realidad, eso es lo que yo vi.

Narra Daryl

Toda la tarde estuve cazando, cada hora y media me acercaba a la puerta del sótano para intentar descifrar que pasaba dentro, aunque ya lo sabía.

Cuando cacé lo suficiente volví a la casa, y comencé a preparar la cena, el ciervo, lo despelleje y corte, cocinando solo las partes que servían.

Baje a avisar al sótano que la cena estaba lista. No vi a nadie y subí, me senté en la mesa junto con dos copas de vino y unas velas.

Tras unos 10 minutos no subió nadie y decidí volver a bajar, grité. -¿Estas bien cariño?

No se que entendió ella cuando salió echa una furia, oliendo a cigarros y a una mezcla de alcoholes, exigiendo que me callase, que todo era muy fácil para mí.

-Todo es muy fácil para ti, eres guapo, fuerte y valiente ,yo soy yo, no cumplo ninguna de esas carácteristicas pero eso no te da derecho a gritarme esas cosas.-

Me calentó que dijese esas cosas sobre ella, ¿que no era guapa?, ¿Ni valiente?, venga ya , no conocí a nadie más valiente que ella.

Ella exigía que me callase, por lo que yo la formule una pregunta.

-¿Por qué no te atreves a callarme?-

Bastante bien supongo ¿No?