Ducha refrescante.

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Ni siquiera sé si ella iba en condiciones de entender lo que yo le acababa de decir, después de pensar mientras que cazaba me di cuenta de que era verdad, no íbamos rápido, llevábamos sin vernos no sabíamos que nos necesitamos el uno al otro desde que estuvimos sin vernos eso ocho meses.

Se ve que ella lo entendió cuando tiró lo poco de vodka que la quedaba y se abalanzó sobre mi, olía a alcohol. No quería hacerla mia en esas condiciones, así que la cogí como a un puto saco y la llevé a la ducha, pese a sus mensajes inentendibles, probablemente diciendo que me quería o que me necesitaba en ella, la quité la ropa dejando en bragas para meterla en la ducha.

Yo la tuve que duchar así que me quite la camiseta también.

La senté en la ducha y atempere el agua hasta que pensé que estaba los suficientemente cálida para que fuera agradable para ella. Fue un error, estar los dos, desnudos, en la ducha, con el olor a alcohol y el agua caliente solo me hizo pensarme todos y cada uno de los escenarios que podrían estar pasando allí en ese mismo momento, con ganas de recrearlos todos en ese momento, la levanté con un brazo y comencé a besar, dejando un camino de besos por las comisuras de sus labios, bajando por sus clavículas, ella comenzó a recuperar la cordura después de que la pegase con la fría pared de aquella ducha.

El sonido del agua caer y chocar contra el suelo y nuestros cuerpos unidos disimulaba vagamente nuestros gemidos, nos necesitamos el uno al otro, ambos lo sabíamos y no podíamos esperar ni un segundo más.

-No puedo aguantar más Dixon, te quiero.-

"Te quiero" nadie nunca me dijo eso, era raro pero emocionante sentir algo por alguien, en algún momento de mi vida llegué a pensar que estaría solo de por vida. Hasta que llegó ella. Aunque siquiera sabía si era verdad o simplemente estaba caliente la respondí.

-Yo también te quiero Fletcher.-

Seguido de esas palabras la agarre del culo y ella comprendió cuales eran mis intenciones. Saltó sobre mi rodeandome con sus piernas. La llevé cargada hasta el sofá donde la solté y fui a buscarlo. Un condón. Misión que me fue imposible porque ella me acarició la espalda mientras la besaba, bajando hasta mi lumbar.

-Al carajo.- Gruñí y la volví a tirar al sofá.

Narra Kiara

No podía parar de besarlo, su cuello, sus labios, sus pómulos cada parte de él, recorriendo cada centímetro y conociéndolo a fondo. En busca de cualquier pista que me dijera que lo estaba haciendo bien.

Gruñia, gemía y me acariciaba a la vez. Yo le tocaba , nunca había tocado a un hombre, no de esa manera. No pude evitarlo y cambie la posición, quedando sobre el en sofá.

-No sabes lo que me estás haciendo.- Dice con una voz que yo desconocía.

Comencé a mordele los dedos y a lamerlos, el primer indicio de que lo estaba haciendo bien era que sentí su polla golpeando contra mi entrada.

-Creías que era de piedra?-

La lujuria invadía cada parte de mi cuerpo, besándonos agarre sus manos y las inmovilice encima de su cabeza , cosa que fue inútil, ya que era demasiado fuerte, pero él se dejó.

-No te acostumbres , yo también quiero ser el dominante pequeña.-

Esas palabras resonaron en mi, agarrando sus manos y poniéndolas en mi vientre bajo.
No sabía si el me iba a seguir el juego, si lo iba a aceptar o si se asustaría.
Pero no me dio tiempo a descubrilo porque el solo me empezó a tocar por encima de mi ropa interior, la lujuria del momento me estremeció, dejándome inmóvil sobre el.

Hizo a un lado la tela de mis bragas y frotó mi clítoris con sus ágiles dedos, al principio con delicadeza, suave, y luego más rápido e intenso.

Necesito más, más fuerza, más velocidad, quería correrme en él, sobre él. Se lo pedí.

-Por favor, más rápido, más fuerte.- Pedí.

-Y esos modales, me llamaras señor Dixon también?-

Agarre su mano en un ridículo y fallido intento de manejarle. El se negaba, cuando iba a hacer que sus dedos saliesen de mi, el me empujo hacia abajo. Inmovilizando me y haciendo sus los movimientos de sus dedos más ágiles, más duros.

Notaba sus manos en mi, eran ásperas, firmes y calidas, me gustaban.

-Te gusta así pequeña?-

El nunca me había llamado pequeña, nunca en esas circunstancias no así.

Los movimientos de sus dedos me estremecían y cuando noté que iba a llegar a mi clímax quise sacar sus dedos de mi. El lo impidió.

-No hace falta, tenemos tiempo.-

-No lo estás usando bien Dixon.- Reté

Mi voz en ese momento no sonaba como mi voz, sonaba más, excitante? O eso pensé cuando el gruñó al escuchar ese comentario.

-Follame.- Le obligo.

-Es lo que pretendo, te dejaras?-

-Te estoy dejando, o acaso quieres que suplique por ello?-

-No es una mala idea, Hazlo.-

No quería, no quería suplicar como una puta gata en celo, no quería ronronearle en la puta oreja. Me negaba a esa humillación, era él, él que me puso contra la pared de una ducha con intenciones, el que me desnudo para "ducharme"

-No lo pienso hacer.- Admito.

-Que pena, te quedarás sin sexo.- Me miraba con una mirada, esos ojos azules me pedían de rodillas que suplicase, tenía las pupilas dilatadas y los ojos lujuriosos.
Aquellos que tanto me gustaban.

Me negaba a ello, después de pocos segundos espabilé y dejé atrás todo mi orgullo y me lanzé sobre el, debandolo boca abajo en el sofá. Yo podía ver completamente su espalda, todas sus cicatrices y sus tatuajes.

-Por favor, follame.-

-Eso no me vale.- Replica.

-Daryl, no puedo aguantar más sin sentirte dentro de mi, necesito sentir tus labios y los músculos de tus brazos y abdomen, te necesito, te amo.-

Narra Daryl

"Te amo" esas palabras no se decían a la ligera , todo lo que hizo Daryl fue agresivamente , voltear la situación y quedó arriba de Kiara, no se molestó en hacerlo delicadamente, él no mandaba sobre su cuerpo, su cuerpo mandaba sobre él, su instinto animal, se la quería follar y lo quería ya. Pero si no la quería hacer daño,tendría que prepararla, así que bajo hasta su intimidad, agarro las manos de la joven y  comenzándose a tocar ella misma. El la instaba a seguir con ello, a él le parecía, caliente, excitante y sobretodo si lo hacía ella, la presión en su polla no aguantaba más.

Mientras Kiara se tocaba a ella misma, gozando, Daryl agarra la mano con la que se estaba tocando y la pone en su erección para que comience a bombearla, a masajearla suavemente produciendo que cada sonido resonase en esas cuatro paredes.

Espero que os haya gustado leerlo tanto como a mi escribirlo









I WANNA KISS YOU (DARYL DIXON +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora