El rubio estaba mirando con incredulidad a todos sus amigos, todos estaban convencidos en ese cuento de bebés sobre un arbol que concede deseos, por favor, ¿Quién mierda se creé esa tontería?
-No me hagan reír, malditos idiotas. - Bufó, golpeando su espada contra el muñeco de entrenamiento de batalla que tenían enfrente.
Katsuki detestaba estar en su hogar, convenció a sus padres de dejarlo venir a los entrenamientos de gladiadores, se divierte más entrenando que estando encerrado en su castillo.
Ser el hijo de los reyes le estropeaban la vida, lo detestaba, y no aguantaría un solo día con amigos falsos que solo estaban con él por la fama que Katsuki tenía. En cambio, solo su grupo de amigos actual lo aceptaban sin darle mayor importancia, al ser amigos, se trayaban por igual. Su amigo cabello rojo, Kirishima, estaba teniendo una pelea de espadas con la mujer de rosa, Mina, quién extremadamente agresiva.
Sus otros 2 amigos, Kaminari y Sero, estaban contandole a Katsuki sobre ese cuentito, nadie se lo creería.
-¡En serio, amigo! ¡Creemos que es cierto! - Kaminari insistió, emocionado, dando leves brincos en su lugar.
Katsuki volvió a bufar, no se creyó ninguna palabra de lo que sus amigos le habían dicho, detestaba que le dijeran tantas tonterías, tantos cuentos sin sentido.
- ¡Vamos hermano!, no nos puedes decir que no te da curiosidad saber qué hay en ese bosque. - Sero habló, apoyándose en un arbol que estaba a su lado. - Es interesante.
Katsuki dio un último golpe con su espada al muñeco, haciendo que este se partiera a la mitad. No hace falta decirlo para que se supiera, Bakugo es el mejor en eso, y por eso ama entrenar allí.
Sus profesores enseñan bien, y son estrictamente justos, lo cual, le agrada mucho al rubio.
- Ustedes dos son unos idiotas sin cerebro. - Les apuntó a los 2 chicos con la espada. - No puedo creer que sea tan imbéciles como para creerse un cuento así. - Frunció el ceño, extendiendo su brazo, la punta de la espada tocó el pecho de Kaminari, eso lo hizo temblar.
- M-mira hermano, es una teoría. No sabemos aún si es verdad, nunca fuimos.- Kaminari aclaró, retrocediendo un par de pasos.
- ¿Y qué están tratando de decir? ¿Qué quieren que yo vaya a comprobar esa mierda?- Katsuki dijo, en un leve grito que sus otros 2 amigos escucharon, se quedaron viendo atentos la situación.
- ¿Hablan del árbol del deseo? - Mina se unió, deteniendo el entrenamiento con Kirishima y yendo hacia ellos. - Mi mamá me contó esa historia. Millones de veces, ya me la sé de memoria. - Sonrió la chica rosada, reposando su brazo en el hombro de Kaminari.
- ¿Esa tontería tiene historia? - Se burló Katsuki, dejando su espada enterrada en la tierra para que se sostenga.
- Bueno... sí, pero es demasiado vieja. Según mi mamá, esa historia se volvió una leyenda desde hace... 6, 5 años, más o menos.- Explicó Kirishima, uniéndose a la conversación, mirando a su amigo Bakugo con tranquilidad. - Aunque no creo en eso, realmente.
-¿Y qué esa historia, eh? ¿De qué trata? - Bakugo se apoyó en su espada, esperando una explicación de sus amigos.
- Bueno... - Mina comenzó...
...
Hace mucho tiempo, se dice que existía una mujer, aquella mujer era la dueña del bosque, era bella, y se apartaba del mundo real.
Se dice que desde que nació que ella vivía en el bosque, y se crió allí. A lo largo de su vida, ella siempre fue solitaria y demasiado independiente.
Se alimentaba de los frutos del bosque, dormía en las copas de los árboles, ayudaba a los animales, cuidaba la naturaleza. Era una mujer de naturaleza, honorable y tan amable, en su vida logró herir a alguien.
Pero, se dice qué, mientras esa mujer vivía su vida, una extraña enfermedad la tomó, invadió su cuerpo, hasta al punto de dejarla al borde de la muerte.
Pero en ese proceso, la luz de la luna, y el cristalino lago, hicieron su magia. Aquella mujer se trasformó en una semilla de naturaleza, tan como ella, que era una mujer amante de eso. Al pasar de los años, esa semilla se transformó en raíz, y luego en un hermoso arbol, un arbol hermoso, un árbol sauce.
La gente va siempre a ese lugar, y siempre, pide deseos al árbol que siempre se encuentra frente al mar, y se dice que siempre consiguen lo que desean. Sus deseos se hacen realidad, porque la amabilidad de la mujer es inigualable.
...

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"𝙆𝙖𝙡𝙤𝙣" - Katsudeku - Medieval
Ficção Científica"...Qué eres bello." Gracias a la insistencia de sus compañeros, Bakugo decide investigar el bosque para saber de ese supuesto "Arbol concede deseos", pero en vez de conseguir un deseo, consiguió al chico más hermoso que jamás haya visto.