One Shot BL - [???]

01 - [Sand y Ray].

La noche estaba en calma, el cielo gozaba de millones de estrellas y en la habitación de un bonito departamento en el centro de la ciudad estaba Sand, sentado en el borde de la cama que fue testigo de su amor con Ray.

Sus ojos quietos observan el suelo mientras en su mente no deja de haber constante movimiento entre la inmensa cantidad de pensamientos que llegan a él.

Ha sido un día duro y complicado en el trabajo, una molestia en su hombro es parte del resultado de aquello.

Durante las mañanas, Sand imparte clases de música, mientras, que por las tardes atiende su propia cafetería y bar junto a su amigo Nick.

Debido a un fuerte resfriado, Nick no pudo asistir aquella tarde y durante la noche, tres tipos quisieron pasarse de listos con él, terminando todo en una pelea que causó más destrozos que otra cosa.

La cabeza empieza a dolerle y cuando escucha la puerta del baño abrirse es que recuerda que no está solo.

Ray aparece en la entrada de la habitación, recién duchado con solo una bata en la cintura.

Sabe que su novio está cansado y se le ocurre una muy buena idea (a su parecer) para calmarlo.

Se sube a la cama y gatea por ella hasta llegar a su novio, lo abraza por la cintura y pasea su nariz por la mata de cabello oscuro de Sand.

Este último, sabe lo que Ray está intento hacer, su corazón siente cierta calidez sobre que aún pueda notar si ha tenido un día bueno o malo.

Ray prácticamente se le está entregando en bandeja de plata a Sand, porque sabe que el sexo lo ayudo a relajarse.

Y eso es lo que borra la calidez e instala un sentimiento que aún no logra descifrar.

Está situación sucede desde hace algún tiempo, más bien, desde "el incidente" y más que nada, desde que Ray volvió a terapia.

Cada que Sand tiene ganas (lo cual es muy poco últimamente), Ray dice que si y acepta sin réplicas cuando entiende lo que su novio quiere.

Por eso, sabe que dejar que Sand se lo coja a gusto y antojo no es ningún problema para él.

A lo mejor, en otro momento, Sand hubiera aceptado el ofrecimiento de Ray, pero esa noche... No puede.

Suavemente, Ray voltea su rostro para que lo pueda ver a la vez que pone ojos de cachorro.

—Sand —dice bajito— ¿Quieres que te mime un rato?

Sin esperar respuesta, empezó a repartir besos tiernos por todo el contorno de su cara.

Sand amaba sus ojos de cachorro, siempre conseguía convencerlo de hacer todo lo que le pidiera, solo que ahora ya no tenían el mismo efecto.

De una forma muy sutil, Sand se aleja un poco, quitando las manos de Ray de su cintura.

—Hoy no bebé, mañana tal vez.

Ray lo mira extrañado pero no dice nada. Ambos se levantan de la cama, se ponen ropa de dormir y se acuestan quedando acurrucados el uno con el otro.

Sand solo desea que su mente inquieta le permita conciliar el sueño.