One Shot BL - [???]

01 - [Billy y Babe].

El reloj marcaba las seis menos cuarto de tarde. En aquel lado del hospital, para ser jueves, estaba un poco silencioso. Aunque era comprensible, ya que era el pabellón de internación y la mayoría dormía.

Dentro de la habitación 409 hay un hombre alto, de pantalón y zapatos oscuros, con una camisa blanca y una chaqueta de cuero negra, espera pacientemente a que el dueño de aquella habitación salga del baño.

Billy paso toda la noche cuidando a su novio entre esas cuatro paredes de aquel inmenso hospital.

Lo habían llamado el día anterior diciéndole que Babe, su novio, se había descompensado y se encontraba en urgencias.

Fue a las tres de la madrugada cuando recibió la llamada y salió tan rápido que ni siquiera se cambió el pijama, solo se puso su chaqueta, tomo el casco de su motocicleta y salió lo más rápido que pudo.

Babe no estaba en el departamento donde viven juntos ya que había decidido ir a visitar a su abuela junto con su hermana y pasaría la noche allí. Pero, en la madrugada, Babe tuvo convulsiones fuertes, siendo su hermano quien lo llevo al hospital y aviso a su cuñado de lo ocurrido.

Para Billy, esto era un golpe muy duro, ya hacían meses que Babe estaba estable y enérgico, que ocurra esto era solo un recuerdo de la cruel realidad.

Cuando llego al hospital, se encontró con su cuñado en la sala de espera, quien le relato lo ocurrido y tras aguantar las lágrimas, Billy le dijo que se fuera a descansar, que él se quedaría a cuidar a su hermano.

Así fue como paso el resto de la madrugada en la sala de espera, siendo a las siete de la mañana cuando trasladaron a Babe a una habitación que le permitieron verlo.

Cerca al mediodía, cuando Babe despertó, el médico que llevaba su caso desde el principio les comunico que Babe debía volver a someterse a las quimioterapias inmediatamente, ya que sus exámenes salieron peor que la última vez.

Se le estaba acabando el tiempo y ambos sintieron el miedo recorrer sus cuerpos con gran rapidez.

Así fue como Billy no volvió al departamento, incluso cuando su cuñado se ofreció a reemplazarlo para que descanse y se de una ducha, pero Billy se negaba y rehusaba a dejar solo a su novio.

Cada segundo juntos era más valioso que el anterior.

Lo sabía.

Lo sabía con gran certeza.

Porque cuando el doctor explicaba los resultados de los exámenes lo sintió.

El aroma de las leyendas estaba allí y fue tan claro como un cielo sin nubes.

Cómo decían los creyentes, el aroma de la muerte había llegado y en aquella habitación el limón se sentía hasta en el rincón más pequeño.

—¿Sabes? Extraño mucho nuestra cama —dijo Babe a la vez que se sentaba sobre la camilla, la cual se había convertido en su nueva cama por ese último tiempo— Esto que ellos consideran "cama", me causa dolor en el cuello.