Capítulo número uno.

815 84 12
                                    

Y bien, Sugu, ¿No has logrado encontrar trabajo? — cuestionaba una rubia de gran altura, con sus grandes brazos cruzados y con sus piernas abiertas, mirando al azabache muy detenidamente.

Es complicado, Yuki. Tengo que cuidar de mis niñas y... los turnos son en su mayoría muy extensos, no puedo dejarlas solas, no tengo quién pueda cuidarlas.  — comentó preocupado. — No puedo simplemente, es... difícil.

Suguru tenía dos preciosas hijas. Mimiko y Nanako, ambas eran aún unas lindas bebitas. Hace unos meses atrás las había encontrado dentro de una caja, mientras volvía de un turno de su trabajo anterior, el azabache simplemente no tuvo el corazón de dejarlas, tomó la decisión de criarlas como sí fueran sus hijas, después de todo, las niñas eran preciosas y él siempre quiso ser padre. Incluso había comprando un libro para criarlas, llamado: “Colores de una Madre”.

Suguru era un enfermero hecho y derecho. Hacía dos años de terminar su licenciatura y ahora se encontraba buscando empleo. Era una joven promesa para la enfermería. El azabache se había especializado en cuidados intensivos y emergencia y urgencias, seguía estudiando la última.

Ya veo... Geto, ahora que lo recuerdo, tengo un amigo... —  sonría con tranquilamente. — Un amigo, muy rico. Desafortunadamente él tiene una enfermedad crónica y necesita que alguien constantemente lo cuide.. — había melancolía en su voz. — podría recomendarte, él está buscando una enfermera.

Yuki, eso sería tiempo completo, no puedo. Además... ¿busca a una enfermera? —  su cabeza se escondió entre sus piernas. —

Primero. es rico, Suguru, —la rubia de acercó al azabache y cariñosamente acarició sus hebras. — puedes llegar a un acuerdo con él, Satoru es bastante flexible y le gustan los niños. De hecho tiene dos, desconozco sus nombres. Y respondiendo lo segundo, el problema es que busca una mujer.

El azabache se quedó atonico, ¿Por qué buscaría una mujer específicamente?, no es como si hubiese diferencia entre lo que haría él y una enfermera.  Sin embargo , necesitaba dinero, sus hijas necesitaban comida, insumos, leche materna, qué el por obvias razones no podía darles.

Con que una mujer... interesante. —  meditó un poco más. ¿Realmente valdría la pena?, No quería fingir ser del género contrario... Pero..

Yuki..

¿Me parezco a una mujer?

NURSERING | SatosuguDonde viven las historias. Descúbrelo ahora