capitulo número cuatro.

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Sus manos sostenían su cintura, sus grandes brazos lo envolvían completamente, su uniforme ajustado le impedía moverse y frotarse correctamente. El sudor bajaba de las frentes de ambos, la necesidad y el deseo eran testido de esos besos hambrientos que ambos compartían.

Ahh..ahhh.. — gimió dulcemente el pelinegro, sintiendo como las manos del albino presionaban sus falsos pechos.

Las manos del albino jugaban con el cuerpo ajeno, sobretodo paseando por sus muslos también.

— ¿Te gusta, Princesa? Aver, quiero oírte...— el azabache besaba con pasión la longitud del cuello del azabache, quién se removía como un necesitado sobre él albino.

Sí.. ahh... — una mano traviesa del albino, se coló por la parte trasera de su falda, acariciando su trasero sensualmente, buscando su “intimidad”.




Suguru evidentemente no era mujer.

Satoru quería que Suguru fuera mujer.











...

Suguru se alarmó y rápidamente se levantó del regazl del albino. Sentía que tenía una erección, pero gracias a la falda está no era evidente.

Él albino confundido, ladeó su cabezs cuál perro, no comprendía la situación.

— Suguru, ¿Sucede algo? — ¿Te incómodo, linda?

Él albino simplemente se relamio sus labios, esperando una respuesta contraria.

No, no señor.. simplemente, esto no debió de haber sucedido. — el azabache de encontraba nervioso y completamente ruborizado.






La gran pregunta acá...

¿Cómo llegamos a esto?

Los ojos de Satoru Gojo, bailaban, sus pupilas analizaban cada centímetro del cuerpo ajeno, admirando la belleza extravagante y natural que poseía su enfermera. Él albino hizo una pequeña seña con sus dedos, indicándole al azabache que debía tomar asiento sobre la cama de él.

— Suguru Geto.. qué lindo.. — su mirada decayó justo sobreos "pechos" de la enfermera, quién al notar esto, arqueó levemente sus cejas, denotando molestia. — lindo... Nombre.. claro...

¿Necesita que lo ayude con algo? — el azabache no podía negar que a quién tenía al frente, era simplemente una delicia de hombre. Era alguien tan atractivo, que lo hacía ruborizar, no quería desaprovechar la oportunidad, no todos los días se encontraban hombres de esa gama.

Así que.. tomó asiento delicadamente sobre la cama, cruzando sus piernas de la forma más femenina posible, jugando con sus mechones. Parecía un idiota.

— Yo... Enfermera... — sus palabras se perdían. Satoru gojo de encontraba anonado por esa belleza.  — quiero que me ayudes... Sí...

Satoru gojo antes de padecer de su enfermedad.
... Era todo un galán.

— enfermera, es usted tan linda.. — su mirada nuevamente se perdía entre esas curvas. Sin permiso alguno, su mano se posó sobre el muslo del azabache, acariciando suavemente. — Qué chica tan hermosa.. — tomaba cada vez más el atrevimiento de acortar la distancia entre ambos.

Suguru se encontraba completamente loco. Era la primera vez que tenía un hombre tan guapo frente a él y normalmente.. él no tenía experiencia alguna con los hombres... Sentir más manos masculinas de satoru sobre sus piernas, lo estaban volviendo loco.. hace mucho tiempo que no lo tocaban, ni miraban de esa manera.

Así que él también acortó la distancia...


Ya sabemos que sucedio.

....





No fue un error, solo nos dejamos llevar y deberíamos... Continuar.. — comentaba un deseoso Satoru. A pesar de su edad, sentía que volvía a tener 17 y volvía a ser ese adolescente fogoso y carnal.

Suguru simplemente negó con la cabeza y se sentó nuevamente al lado. Tenía que redactar la historia clínica de su paciente que hace a nada de estuvo comiendo la boca, pero él estaba ahí por un trabajo, no fue ahí a coquetear.

Satoru, no quiero ser, seriœ... Seria.. pero me contrataron por un propósito. Tengo que trabajar, necesito que me cuente el origen de los síntomas y que me hablé de su enfermedad, ¿Puede? — el azabache trataba de ocultar su rubor, pero recordaba que tenía hijas que cuidar, no podía ser un calenturiento.

...










Holaa...perdonen por la tardanza. estos días estaré actualizando así que estén pendientes. El siguiente capítulo tratara sobre un poco del pasado de satoru. Y un poco más de contexto para que se den una idea de como iría la historia. Está es una historia corta, así que no se extenderá más de 20 capitulos.

Gracias!!! Por la lectura.

NURSERING | SatosuguDonde viven las historias. Descúbrelo ahora