Luego de que un tal Dios de la destruccion llegara a la tierra buscando participantes para un torneo donde el universo corría riesgo, Saitama junto con algunos de sus conocidos y parte de la clase S, partieron con el objetivo de salvar al universo d...
26 figuras yacían flotando sobre la nada misma. Desde unas muy pequeñas y delgadas, hasta unas muy grandes y anchas. Todos eran muy diversos, pero estaban allí por la misma razón.
—¿Cuánto tiempo nos queda antes de su llegada? —Pregunto una angelical voz femenina entre ellas. Se trataba de una mujer de piel celeste muy alta, con un cabello albino y un báculo.
—No mucho tiempo hija mía. Menos de un tac. —Contesto una elegante voz producto de un hombre bajo. Poseía un cabello claro, piel celeste y ojos lila. Sus ojos eran rasgados y no presenta notorias pestañas. Una aureola celeste adorna la parte posterior de su cabeza, tambien poseía un sencillo atuendo azul verdoso con con un triangulo naranja en su pecho y un gran cinturón rojo con un broche dorado. Por ultimo, utilizaba unas botas blancas con punta negra. Se trataba del padre de los ángeles, Daishinkan, un ser de poder inconmensurable. Era el supremo sacerdote y sirviente del creador del todo, Zeno-Sama.
La capa de una de aquellas figuras se movía con violencia. Quien la portaba era un ser de piel dorada y amarilla, tambien poseía una guadaña y una capucha de color blanco.
—Recuerden, no debemos subestimarlo a el ni sus aliados. Fueron capaces de sobrevivir al borrado de Zeno-Sama despues de todo. —Comento este balanceando su guadaña para apuntarla hacia el frente. Su voz lo hacia aparentar de una edad bastante joven.
—Que Zeno-Sama se apiade de nosotros. —Dijo otra figura que aparentaba ser bastante joven con apariencia similar a la de un zorro. Todos sabían muy bien a que clase de enemigos se iban a enfrentar.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Un agujero en el tejido de la existencia se abrió agresivamente varios kilómetros adelante de aquellas figuras, y de allí, salió un un ser humanoide de tamaño colosal.
No tenia rostro, poseía diversas neuronas expuestas por donde se suponía que debía estar, y el resto de su cuerpo estaba hecho de un extraño material rugoso. Constaba de solo tonos entre gris y negro.
Junto a el, cuatro seres mas llegaron por el mismo agujero. Se trataban de sus heraldos, seres a los cuales habia otorgado una pequeña parte de su poder.
El primero de ellos poseía la apariencia de un dragón con 3 cabezas, y los mismos tonos opacos con casi la mitad del tamaño de su amo. El segundo apenas media dos metros de alto, pero todo su cuerpo delgado y humanoide era completamente negro y vacío, y poseía unos dos ojos blancos que brillaban con intensidad. El tercero de ellos era una simple esfera perfecta, dentro de ella, podían verse incontables estrellas y galaxias. El cuarto y ultimo de los heraldos, tenia una apariencia similar a un ave pero con un tamaño sumamente aterrador, todo su cuerpo estaba hecho de llamas moradas y azulejas.
